No solo alimentarse de manera equilibrada es favorable para el organismo; masticar de la manera indicada también es clave para mantenerse saludable y evitar complicaciones de salud como la obesidad.

Información del portal Tua Saúde indica que comer rápido y no masticar bien los alimentos favorece el aumento de peso. “Esto ocurre debido a que el organismo no tiene suficiente tiempo para que las señales de saciedad lleguen al cerebro, haciendo con que se ingiera más cantidad de alimentos y a su vez más calorías de las que el organismo necesita”, precisa.

Este proceso es clave debido a que cuando una persona mastica no solo tritura los alimentos, sino que hacerlo de manera indicada también ayuda a una adecuada digestión, ya que a medida que se mastica el cuerpo libera enzimas que ayudan a la digestión en el estómago.

La evidencia científica determina estos posibles efectos en el organismo. Un análisis realizado por el Centro de Investigación Biomédica de España en Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición con niños, determinó que la velocidad de la ingesta repercute también en la infancia, pues hay un mayor riesgo de presentar sobrepeso e incremento de los niveles de grasa corporal, tensión arterial y glucosa en sangre. En total, en la investigación participaron 956 niños de tres a seis años, según un artículo publicado en el portal Cuídate Plus.

Una de las principales conclusiones fue que comer más rápido estaría relacionado con la ingesta de alimentos menos saludables como aquellos con mayor contenido energético y ultraprocesados.

“Otros estudios han demostrado que masticar lentamente y aumentar el número de ciclos de masticación durante una comida se asocia inversamente con la adiposidad. Por lo tanto, estos resultados sugieren que una velocidad más lenta podría mejorar el desarrollo de la saciedad, limitando la ingesta total de alimentos”, indica el mencionado sitio web.

Una investigación de la Universidad de Hiroshima en Japón determinó que las personas que comen rápido tienen un 5,5 más probabilidades de desarrollar síndrome metabólico, un conjunto de alteraciones del metabolismo que ocurren simultáneamente y que aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2, precisa una publicación del diario La Vanguardia, de España.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron a más de 1.000 personas de mediana edad durante cinco años y comprobaron que el 11,6 % de aquellos que comían rápido desarrollaron una enfermedad, mientras que entre los participantes que comieron lentamente solo enfermaron un 2,3 %.

Otro de los efectos de comer rápido son los problemas de indigestión y acidez. Lo ideal es tratar de dedicarle por lo menos unos 20 minutos a la comida y realizarla en un lugar tranquilo que permita disfrutarla y saborearla.

“El ardor estomacal, la sensación de tener la barriga hinchada, la acidez, el reflujo, la pesadez y los eructos también pueden surgir como consecuencia de una indigestión por comer rápido. Estos síntomas se producen porque la comida no se mastica correctamente quedando en trozos más grandes, siendo más difíciles de digerir y permaneciendo por más tiempo en el estómago”, asegura Tua Saúde.

Absorción de nutrientes

Triturar bien los alimentos es necesario para que el cuerpo pueda absorber correctamente los nutrientes de las comidas. Por lo tanto, así una persona consuma productos de buena calidad, si no se mastican bien será muy difícil que el organismo pueda beneficiarse de todas sus propiedades.

La Vanguardia cita a Monste Folch, nutricionista del Centro Médico Teknon, quien asegura que un ejemplo de esto son semillas, como la chía o el sésamo, pues se trata de alimentos que están cargados de buenas sustancias, pero si no se trituran bien saldrán a través de las heces sin que las personas puedan aprovechar sus beneficios.