La insulina, según explica el portal de la biblioteca de salud y medicina de los Estados Unidos, Medlineplus, es una hormona que se encarga de que el azúcar o glucosa presente en la sangre pase a las células: “La glucosa proviene de los alimentos y las bebidas que se consumen a diarios. Es la principal fuente de energía del cuerpo”.
Esta hormona juega un papel fundamental para que no haya ni demasiada azúcar en la sangre, pero tampoco menos de la que se necesita. Cuando hay niveles anormales de glucosa en la sangre se pueden presentar diferentes complicaciones de salud.
- Hiperglucemia: es cuando los niveles de azúcar están por encima de los normales y generalmente sucede cuando el cuerpo no está produciendo la suficiente cantidad de insulina que necesita para llevar a cabo dicha función. “Si no hay suficiente insulina, la glucosa no puede entrar a las células y permanece en el torrente sanguíneo”.
- Hipoglucemia: significa que los niveles de glucosa en la sangre están por debajo de los habituales. “Cuando el cuerpo envía demasiada insulina a la sangre, entra mucha glucosa a las células y queda muy poca en el torrente sanguíneo”.
Cuando los niveles de glucosa en la sangre se elevan de manera incontrolable se diagnostica el padecimiento que se conoce como diabetes que se divide en dos tipos:
- La diabetes tipo 1 ocurre cuando el sistema inmune ataca y destruye las células beta del páncreas, que son las que producen la insulina. Este padecimiento puede presentarse en la infancia. Los investigadores han determinado que este tipo de diabetes se da, por lo general, gracias a la influencia de factores genéticos o aquellos presentes en el ambiente.
- Por otra parte, la diabetes tipo 2 es la más diagnosticada; un paciente obeso o con sobrepeso es más propenso a ser diagnosticado con esta patología, al igual que una persona sedentaria. Esta se da debido al estilo de vida que lleve una persona o también por factores genéticos.
Tres hábitos que afectan la producción de insulina
El portal de salud, belleza y cuidado personal, Salud 180, menciona algunos hábitos frecuentes en los pacientes hoy en día que pueden disminuir sus niveles de insulina en la sangre y que deben ser tenidos en cuenta para hacer las respectivas mejoras.
La información la brindó la doctora Guadalupe Fabián San Miguel, directora médica de la Federación Mexicana de la Diabetes (FMD), en entrevista con el medio antes mencionado:
- Fumar: este hábito afecta varios órganos del cuerpo, incluso algunos profesionales de la salud mencionan que es uno de los detonantes más frecuentes del cáncer de pulmón; sin embargo, también puede influir en la producción de insulina gracias a que contiene sustancias tóxicas que se denominan como diabetogénicas, este compuesto genera una inflamación en el endotelio (monocapa que separa los tejidos de la sangre) elevando así la glucosa presente en la sangre. Por ende fumar también aumenta el riesgo de padecer diabetes.
- Abusar de la ingesta de endulcorantes artificiales: “un estudio que se llevó a cabo por profesionales adscritos a la Escuela de Medicina de la Universidad Washington reveló que el consumo de edulcorantes artificiales, como la sucralosa, aumenta la producción de insulina en el cuerpo hasta en un 20 %, lo que eleva el riesgo de diabetes al combinarse con altos niveles de glucosa”.
- Ingerir bebidas alcohólicas: cuando los pacientes consumen debidas alcohólicas con el estómago vacío o sin haber consumido alimentos con antelación, esto puede causar hipoglucemia incluso uno o dos días más tarde. “Beber en exceso puede ser especialmente peligroso para las personas que usan insulina o medicamentos que aumentan su producción”.