En palabras del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) el colesterol es una “sustancia cerosa, parecida a la grasa, que elabora el hígado; se encuentra en la sangre y en todas las células del cuerpo”.
En la mayoría de los casos se ha asociado como perjudicial para la salud, pero se debe mencionar que el colesterol HDL es importante para el organismo porque participa en la producción y bienestar de las células, hormonas e incluso tejidos, menciona la organización en su página oficial.
No obstante, la forma en la que el cuerpo la obtiene es tras la ingesta de alimentos con origen animal, como por ejemplo: la carne, los productos lácteos, entre otros. Pero resulta, que según explica, cuando esta sustancia -colesterol- se acumula en las paredes de las arterias, incide en un deficiente flujo sanguíneo, por lo que incrementa el riesgo de accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardíacas.
“El riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular (ECV) aumenta por una alimentación poco saludable, la cual se caracteriza por un bajo consumo de frutas y verduras y un consumo elevado de sal, azúcares y grasas”, menciona la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Por tanto, según Mejor con Salud, dentro de los hábitos que afectan la salud del corazón, y por ende, elevan el colesterol LDL -considerado malo’, se encuentran:
Inactividad física traducida en sedentarismo
La Fundación Española del Corazón señala que en la actualidad toma más fuerza el sedentarismo, un hábito malsano que impacta la salud del cuerpo, gracias a que a medida que evoluciona la sociedad asimismo lo hace sus métodos para vivir, como por ejemplo, los medios de transporte, y la nueva modalidad de teletrabajo que incita a una inactividad física.
De ahí que se estime que la falta de ejercicio es un factor de riesgo para el desarrollo no solo de enfermedades cardiovasculares sino también enfermedades respiratorias, y por su puesto, de altos niveles de presión arterial.
Por esto, sugiere priorizar el ejercicio físico incluso en los menores, según su condición y edad, puesto que cada vez más se popularizan los videojuegos.
Además, Mejor con Salud señala que no hacer ejercicio permite que la grasa se deposite o acumule en el cuerpo, ya que tras una actividad física lo que hace el organismo es “transformar las fuentes de grasa en energía”.
Sobrepeso un factor para el desarrollo de enfermedades
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en uno de sus informes señala que para el “2016, el 39% de las personas adultas de 18 o más años tenían sobrepeso, y el 13% eran obesas”.
Por tanto, el sitio web menciona que es importante mantener un peso corporal adecuado, y para esto, se necesitan incluir hábitos sanos que lo favorezcan, como un plan de alimentación balanceado, una actividad física regular, evitar el consumo de cigarrillo y alcohol.
El estrés guarda relación con los niveles de colesterol
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, define el estrés como “la forma” en que el cuerpo da respuesta a una situación, es decir, cómo reacciona ante un hecho que puede ser retador o requiere exigencia.
De ahí que menciona que la hormona cortisol “ayuda al cuerpo a: Responder al estrés”, por esto un artículo publicado por la University Rochester Medical Center asegura que mantener altos niveles de cortisol por un prolongado tiempo podría aumentar el colesterol alto, y por ende, los triglicéridos. Asimismo, afectar el aumento de presión arterial y los niveles de glucosa en el torrente sanguíneo.
Es entonces que el consumo de alcohol y también los antecedentes familiares podrían tener una incidencia en los altos niveles de colesterol.