Cuando el cuerpo es estimulado previo al coito, produce generalmente algún tipo de fluidos que permiten que la relación íntima pueda darse sin ningún tipo de dolor y es natural que se produzca, pues así está diseñado el cuerpo, para que se pueda disfrutar con la pareja.
Esto se conoce como lubricación sexual, según informa Clue, explicando que en el caso de la mujer, ello “ocurre en la vagina como parte del ciclo de respuesta sexual humana. La excitación puede causar un aumento repentino de la lubricación vaginal”.
Pero puede pasarle al hombre o a la mujer que la humedad en su parte íntima no sea la indicada. Justamente en esos casos es cuando se requiere una ayuda extra que ayude a que la relación sexual no sea ‘un padecimiento’, sino al contrario sea ‘un gran goce’.
Incluso no solamente se usa cuando la persona tiene esa condición, simplemente lo utilizan para mejorar aún más el encuentro sexual. Lubricar la zona proporciona una humedad específica que ayuda a que al momento del coito pueda producirse un movimiento continuo de satisfacción.
En las mujeres esa sequedad puede producirse por tomar medicamentos, por genética y hasta por la menopausia. A los hombres puede ocurrirles por genética, disfunción sexual y por la falta de alinear el cerebro y el cuerpo, este último es un fenómeno conocido como “falta de concordancia”.
La situación con este tipo de productos elaborados para mejorar o facilitar el encuentro íntimo es que se encuentran variedades, entre ellos, los más comunes en el mercado, que tiende a usar ingredientes perjudiciales como los parabenos (sustancia que tiene fama de alterar el equilibrio hormonal del organismo, ‘disruptora endocrina’), esto según reveló la doctora Alyssa Dweck, ginecóloga y obstetra de Nueva York, para el portal Mens Health.
¿Cuál lubricante se debe usar?
Según la especialista, existen productos naturales que podrían usarse para esta función, una opción que además es económica es “el aceite de coco, se trata de un producto polivalente (es versátil para cocinar y sirve como un gran humectante natural) y es probablemente la opción de lubricación natural más popular”, indicó Dweck.
Así mismo añadió: “los estudios han demostrado que el aceite de coco está clínicamente probado para un uso seguro y eficaz como humectante. Sus propiedades hidratantes pueden hacer que el producto sea un lubricante eficaz y permitir que las relaciones sexuales sean más duraderas”. Entonces se puede usar tanto en hombres como mujeres para minimizar desgarros.
Sin embargo, la experta advirtió que “si una persona es propensa a las infecciones por hongos será mejor evitar el aceite, ya que este puede aumentar las infecciones al alterar el microbioma natural de la zona íntima”.
Alyssa indicó además que “la otra limitación con cualquier lubricante a base de aceite es que no se consideran compatibles con los preservativos, por lo que si confías en un preservativo para protegerte contra las ETS o el embarazo, realmente no puedes confiar en él al 100% cuando usas un aceite. Los preservativos de látex pueden verse comprometidos”.
Si este es su caso, dentro de las opciones saludables para lubricar también está el aceite de oliva extra virgen, aceite de aguacate y aloe vera puro. Claro está que si prefiere las opciones de venta libre puede optar por aquellos compuestos de silicona, “la silicona dura mucho tiempo y no es soluble en agua, por lo que se puede utilizar en el agua”, asegura la especialista.
No obstante, la doctora no descartó totalmente los lubricantes a base de agua, según reveló, considera que aunque pueden provocar sequedad con el tiempo, resultan baratos y sencillos. Otra opción son las cremas hidratantes y para las mujeres en plena menopausia recomienda los estrógenos vaginales, “se utilizan más bien de forma crónica, como cada día o cada dos días, para ayudar a prevenir la sequedad”, concluyó.