Las bebidas son parte de un plan de alimentación en el cual los jugos naturales hechos con frutas como la naranja, el maracuyá, la feijoa, entre otros, destacan por su sabor y textura. Incluso cuando se les agrega hielo suelen ser predilectos para darle frescura al cuerpo.
No obstante, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sugiere consumir las frutas en su estado natural y evitar el consumo de su zumo porque: “Los jugos carecen de la fibra de la fruta. Es mejor comer la fruta porque contiene la fibra adicional que le ayuda a sentirse satisfecho. Una porción de 6 onzas de jugo de naranja tiene 85 calorías, en comparación con las 65 calorías de una naranja mediana”, menciona.
Sin embargo, en la práctica la mejor manera para combatir un clima cálido son las bebidas frías y más si estas están acompañadas de hielo. Pero según menciona The Huff Post, la salud se encuentra en un alto riesgo, ya que en muchas ocasiones el hielo no se prepara bajo una norma sanitaria, lo que ocasionaría consecuencias negativas para el organismo.
El hielo, un riesgo para la salud
Resulta que tal y como lo explica el sitio web, los hielos pueden contaminarse tras una inadecuada manipulación y, por tanto, colocar en peligro la salud del cuerpo.
Un reporte del Daily Mail menciona que tras una investigación científica se encontró que de cada 10 restaurantes en Gran Bretaña 6 estaban infestados de bacterias, por lo cual los expertos responden que esto podría deberse a una mala higiene en las máquinas que producen hielos.
Los hallazgos se hicieron mediante muestras de agua sólida en bolsas esterilizadas, apuntando a que las bacterias encontradas también eran causadas por el personal que no se lavaba las manos cuando elaboraba los hielos.
Es así como el diario cita las palabras de la doctora Melody Greenwood quien desmintió que el frío podría eliminar los gérmenes, ya que la creencia popular desestima que el hielo pueda causar daños al organismo, sin embargo, asegura que el E. coli acecha la salud.
De hecho, los registros describen que las bacterias encontradas a 22°C se manifestaron por una insuficiente limpieza de las máquinas de hielo; mientras que los microorganismos hallados a 37°C podrían responder a una contaminación humana.
Bacterias en los hielos
Tal y como se mencionó posiblemente la bacteria que se podría encontrar en los hielos sería la E. coli, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) está “presente frecuentemente en el intestino distal de los organismos de sangre caliente. La mayoría de las cepas de E. coli son inocuas, pero algunas pueden causar graves intoxicaciones alimentarias”. La forma más común de su transmisión es por contacto con alimentos contaminados como el agua.
Por tanto, las bacterias encontradas en los hielos fueron aquellas que se producían hasta los 37 °C; en consecuencia, la OMS afirma que el “E. coli productora de toxina Shiga produce toxinas conocidas como toxinas Shiga por su semejanza con las toxinas producidas por Shigella dysenteriae. E. coli productora de toxina Shiga puede crecer a temperaturas que oscilan entre 7 °C y 50 °C, con una temperatura óptima de 37 ºC”.
Los síntomas más significativos de su infección son los cólicos o calambres estomacales, y la diarrea, sin desconocer que algunas personas pueden sufrir de vómito y fiebre, que en un lapso de 10 días se podrían recuperar. Pero para otros pacientes la infección de esta bacteria sería mortal porque desarrolla una enfermedad como el síndrome hemolítico urémico (SHU), precisa la organización.