Hay hábitos o acciones que parecen inofensivas y pasan desapercibidas, pero pueden ser el inicio de problemas de salud, como por ejemplo, compartir la toalla de baño, un elemento que retiene la humedad y que es indispensable cada vez que la piel tiene contacto con el agua.
De acuerdo con The Sun, la toalla es una tela propicia para que se desarrollen infecciones por la propagación de microorganismos cuando no se lava frecuentemente o se extiende en espacios abiertos para que se seque.
Según señala el medio británico a través de un experto de dermatología, a través del uso compartido de la toalla se pueden contraer las siguientes infecciones:
Impétigo
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) mencionan que el impétigo es una infección causada por bacterias que se presenta usualmente en los menores de edad.
De hecho, son dos los tipos de bacterias que causan esta afección: Staphylococcus aureus y el Streptococcus del grupo A.
Es así como los CDC mencionan que el impétigo suele aparecer en cualquier parte del cuerpo, siendo más vulnerable la piel que está expuesta, como por ejemplo, las piernas, los brazos y la nariz, que ocasionan llagas, y por ende, comezón que al abrirse tienen pus o una sustancia transparente que con el paso del tiempo forma una ‘membrana gruesa amarilla’.
En este sentido, los centros especializados en medicina mencionan que esta infección se puede desarrollar debido al clima, ya que las zonas húmedas son espacios propicios para su propagación.
Asimismo, un inadecuado cuidado personal incita a la aparición de esta afección porque es primordial lavar muy bien las manos y el cuerpo, incluso el rostro.
Por último, otro factor de riesgo de contagio de impétigo son los lugares donde hay una mayor concentración de personas, como las guarderías infantiles, los centros de entrenamiento y las escuelas, o incluso el hogar.
Por tanto, para prevenir el impétigo es importante mantener hábitos saludables como lavar muy bien las manos, incluso la ropa frecuentemente. Asimismo, se debe evitar el uso de piscinas si se padece de esta infección.
“Usted debe lavar todos los días las prendas de vestir, la ropa de cama y las toallas de cualquier persona con impétigo. Estas cosas no se deben compartir con nadie. Después de lavadas, las pueden usar otras personas de manera segura”, concluyen en su página oficial los CDC.
Molusco contagioso
La Clínica Mayo explica que es una infección cutánea que es causada por un virus que tiene una facilidad de contagio cuando hay un contacto directo como el uso de toallas de baño o incluso colchonetas.
Asimismo, es importante evitar el uso de piscinas si se tiene esta afección porque puede haber una propagación del mismo, contagiando al resto de personas que decidan nadar. A lo anterior se suma las relaciones sexuales con una persona infectada y frotar la piel con personas contagiadas.
Los síntomas que dan indicios de un molusco contagioso son bultos o protuberancias sobre la piel que pueden aparecer en diferentes partes del cuerpo, siendo redondos que causan picazón.
Dentro de las complicaciones que menciona la entidad prestigiosa de salud estadounidense que resultan de esta enfermedad es la inflamación de llagas o bultos que terminan en cicatrices, incluso si se esparce cerca de los ojos o párpados, invita a una posible conjuntivitis.
Por tanto, dentro de un plan de prevención para reducir el riesgo del desarrollo de este virus es importante no prestar las toallas de baño, los cepillos para el cabello o incluso la ropa. De hecho, es fundamental lavar muy bien las manos, ya que son las partes del cuerpo con las cuales se transmite fácilmente el molusco contagioso.