Al igual que otras partes del cuerpo, a los pies se les debe prestar una atención especial y cuidado porque a través de ellos se pueden presentar algunas afecciones que podrían llegar a necesitar de atención médica.
Por ejemplo, una de las infecciones que más aqueja los pies y las uñas es el pie de atleta. Según explica la Clínica Mayo, este tipo de hongo suele desarrollarse porque hay un exceso de sudor, por caminar descalzo en áreas propicias para su desarrollo como las piscinas y los baños públicos, o incluso por usar calzado cerrado.
De hecho, dentro de la lista de prevenciones que hay para evitar el pie de atleta, el centro especializado sugiere lavar frecuentemente los pies con agua y jabón. Asimismo, dejar que se ventilen, usando así sandalias. No obstante, es importante considerar que el uso de medias es ideal para que no se desarrolle este hongo.
Es así como la excesiva sudoración también se ve relacionada con los pies, que en términos médicos se llama “hiperhidrosis” un sudor excesivo que no solo se presenta en climas cálidos, sino incluso en los frescos.
La sudoración no solo afecta las axilas sino también las manos y los pies, por lo que es indispensable consultar con un profesional de la salud para determinar el posible tratamiento identificando su causa.
Además, cabe recordar que de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus) la sudoración “es la liberación de un líquido salado por parte de las glándulas sudoríparas del cuerpo” que usualmente se le conoce como transpiración y es de tal importancia para el organismo, puesto que regula su temperatura dando una sensación de frescura.
Pero la sudoración excesiva puede incidir en mal olor que se conoce como “pecueca” que en palabras de la Real Academia Española (RAE) es un “olor fétido que despiden los pies de una persona por falta de aireación o higiene”.
Los riesgos de no usar medias / calcetines
De acuerdo con Mundo Deportivo, usar medias reduce el riesgo de afecciones gracias a las telas con las que están elaboradas absorben el sudor. De hecho, sugiere las de algodón, evitando las de materiales sintéticos porque pueden no ser cómodas e incitar a alguna posible afección.
Por esto, un riesgo de usar zapatos sin medias es la posibilidad de callosidades o ampollas, ya que los calcetines pueden ser un elemento protector para que estas aparezcan amortiguando cada pisada.
De acuerdo con la Clínica Mayo, los callos “son capas duras y gruesas de piel que aparecen cuando esta intenta protegerse de la fricción o la presión”. Suelen aparecer en los dedos de las manos y/o los pies.
Generalmente, para reducir las callosidades, una persona debe evitar el roce con el elemento que las produce, como zapatos apretados o el uso sin guantes de mancuernas en los gimnasios.
No obstante, la entidad hace una precisión sobre la diferencia de las callosidades y los callos, asegurando que las primeras no provocan dolor, a diferencia de los segundos que sí, puesto que estos se inflaman.
Finalmente, otras afecciones que pueden aparecer por usar zapatos sin medias son los ojos de pescado, conocidos como verrugas plantares, que son “tumores pequeños y ásperos en los pies”, explica la Clínica Mayo, que aparecen en los talones y en aquellas áreas en donde hay presión, misma que hace fuerza para que la verruga crezca.
El centro especializado comenta que los síntomas relevantes de dichas verrugas son vasos sanguíneos con coágulos, dolor al caminar, bultos y callosidades en la planta del pie que pueden recibir tratamientos caseros.