El dolor de pecho aparece de muchas formas, desde una punzada intensa hasta un dolor sordo, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Además, explicó que en ocasiones, se puede sentir como una sensación de opresión o ardor, pero en otros casos, el dolor se desplaza por el cuello, llega a la mandíbula y luego se propaga a la espalda o por un brazo o ambos.

Tener dolor en el pecho puede asustar. | Foto: Getty Images

Asimismo, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unido, indicó que pese a que tener dolor en el pecho puede asustar, no significa que se esté sufriendo un ataque al corazón, ya que hay muchas otras razones como, por ejemplo:

  • Ataques de pánico que es un episodio repentino de miedo intenso que provoca reacciones físicas graves cuando no existe ningún peligro real o causa aparente.
  • Problemas digestivos como acidez o enfermedades del esófago.
  • Músculos adoloridos.
  • Enfermedades de los pulmones, como neumonía, pleuresía o embolismo pulmonar.
  • Costocondritis: una inflamación de las articulaciones del pecho.
El dolor en el pecho puede deberse a varias razones, entre ellas, la acumulación de gases en el cuerpo. | Foto: Getty Images

No obstante, si el dolor de pecho no se va, si se siente presión o compresión o si el dolor de pecho viene acompañado de náusea, sudor, mareo o falta de aire es importante acudir a un especialista de la salud para que este determine la causa y dependiendo del resultado de los exámenes, el experto dará tratamiento, que según Mayo Clinic, puede incluir los siguientes:

  • Relajantes arteriales. Nitroglicerina: generalmente, se consume en forma de comprimido debajo de la lengua; relaja las arterias del corazón para que la sangre fluya con mayor facilidad a través de los espacios estrechos. Algunos medicamentos para la presión arterial también relajan y ensanchan los vasos sanguíneos.
  • Aspirina. Si los proveedores de atención médica sospechan que el dolor de pecho está relacionado con el corazón, probablemente darán aspirina.
  • Trombolíticos. Si se está teniendo un ataque cardíaco, es posible que administren estos medicamentos para disolver coágulos. Disuelven el coágulo que bloquea el paso de la sangre hacia el músculo cardíaco.
  • Anticoagulantes. Si se tiene un coágulo en una arteria que suministra sangre al corazón o los pulmones, probablemente administrarán medicamentos que impidan la coagulación de la sangre para prevenir la formación de nuevos coágulos.
Por lo general, el dolor de pecho se asocia a las enfermedades cardíacas. | Foto: twinsterphoto
  • Medicamentos supresores del ácido. Si lo que causa el dolor de pecho es el ácido que sube por el esófago, el proveedor de atención médica podría indicar medicamentos que reduzcan la cantidad de ácido del estómago.
  • Antidepresivos. Si se tiene ataques de pánico, es probable que el proveedor de atención médica recete antidepresivos para ayudar a controlar los síntomas. También es posible que recomiende psicoterapia, como la terapia cognitivo conductual.

Diferencias de dolor en el pecho por relacionado con el corazón u otras causas

Por lo general, la molestia en el pecho relacionada con un ataque cardíaco o con otro problema del corazón se puede describir o relacionar con una o más de las siguientes:

  • Presión, inflamación, ardor u opresión en el pecho.
  • Dolor aplastante o quemante que se extiende hacia la espalda, el cuello, la mandíbula, los hombros y uno o ambos brazos.
  • Dolor que dura más de unos pocos minutos, empeora con la actividad, desaparece y vuelve a parecer, o varía en intensidad.
  • Falta de aire.
  • Sudor frío.
  • Mareos o debilidad.
  • Náusea o vómitos.

De otro lado, el dolor de pecho que es menos probable que esté relacionado con un problema cardíaco se suele asociar con lo siguiente:

  • Dificultad para tragar.
  • Dolor que mejora o empeora cuando cambias la posición del cuerpo.
  • Dolor que empeora cuando respiras profundo o cuando toses.
  • Sensibilidad cuando te oprimes el pecho.
  • Dolor que persiste por muchas horas.