Durante los meses de mayo y junio se prevén volúmenes de lluvia por encima de los promedios históricos, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).

Al respecto, el Ministerio de Salud y Protección Social (Minsalud) recordó que hay una relación directa entre las fuertes lluvias, las bajas temperaturas y las infecciones respiratorias agudas (IRA) más comunes como la influenza, resfriados, faringitis y otras más severas como la neumonía.

Las IRA son consideradas una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en el mundo. En Colombia, esta es la quinta causa de mortalidad en población general y se ubica entre las tres primeras causas en menores de cinco años. Según datos de Famisanar, de los 134 mil niños afiliados a esta EPS entre uno y cinco años, más de 5.000 fueron reportados con diagnóstico IRA durante los primeros meses del año.

Históricamente, el comportamiento de la infección respiratoria aguda en Colombia presenta dos periodos, donde se evidencia el incremento en la frecuencia de las consultas y hospitalizaciones por esta enfermedad. El primero se observa entre marzo y junio, siendo mayo y junio los meses que concentran el mayor número de casos.

El segundo se presenta entre septiembre y diciembre, con un número de casos menor, comparado con lo registrado durante el primer semestre del año.

Estas infecciones son ocasionadas por diferentes microorganismos como bacterias y virus. Además, se caracterizan por ser sigilosas, repentinas y rápidas, pues en la mayoría de los casos su duración no sobrepasa las dos semanas.

Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), durante los meses de mayo y junio se prevén volúmenes de lluvia por encima de los promedios históricos. | Foto: GUILLERMO TORRES

Sin embargo, la mayoría de las infecciones son leves. “Es por ello que los hábitos de vida saludable como la alimentación y el ejercicio determinarán que los síntomas no lleguen a ser graves. Las infecciones pueden encontrarse en las vías respiratorias superiores, que hacen referencia a nariz, oídos y garganta o vías bajas, como los pulmones y bronquios”, asegura Sandra Cuervo, líder de salud infantil de Famisanar.

Generalmente, solo requieren de algunos cuidados en casa; en otros casos, cuando no se les presta la debida atención, resultan demandando tratamiento médico especializado. Y en situaciones extremas, hospitalización.

Estos son los síntomas generales más comunes en personas con IRA:

  • Fiebre (más de tres días).
  • Dificultad respiratoria, además de un “soplido en el pecho”.
  • Falta de apetito, rechazo constante a comida y bebidas. Desnutrición grave.
  • Respiración acelerada, congestión nasal.
  • Episodios de tos constante con secreción.
  • Hundimiento de espacios intercostales (tiro).
  • Dificultades para dormir, comienzas a presentar somnolencia o insomnio.
  • Malestar general y debilidad en el cuerpo.
  • Dolor de garganta.

Las complicaciones más frecuentes son el resfriado común o gripe, la neumonía y la bronquitis; sin embargo, también se deben tener en cuenta problemas como la laringitis y faringitis, que son comunes y molestas.

¿Cuándo acudir a urgencias?

En caso de sufrir convulsiones, deshidratación o pérdida acelerada de peso, vomitar frecuentemente todo lo que se ingiere, tener el ritmo cardiaco acelerado más de lo normal o presenciar ruidos al respirar, incluso estando en total reposo, lo recomendable es consultar por el servicio de urgencias.

Estos son algunos signos de alarma en menores de cinco años:

  • Aumento en la frecuencia respiratoria o respiración rápida.
  • Hundimiento de las costillas al respirar.
  • Ruidos extraños al respirar o “silbido” en el pecho.
  • No querer comer o beber y vomitar todo.
  • Fiebre que no cede con la administración de medicamentos.
  • Irritabilidad.
  • Decaimiento y somnolencia.
  • Ataques o convulsiones.