Varios expertos concuerdan en que, la mejor manera de vivir sin mayores problemas de salud a corto, mediado y largo plazo, es teniendo una alimentación sana y equilibrada que contenga alimentos de todos los grupos, por ejemplo de origen natural y carnes magras, para que los órganos reciban de la mejor manera los nutrientes que aportan los elementos mencionados para su propio y correcto funcionamiento.
“Las dietas saludables incluyen las vitaminas y minerales que nuestros cuerpos necesitan para que funcionen y se mantengan saludables. Además, una dieta saludable proporciona suficientes calorías para darnos la energía que necesitamos para vivir cada día”, indica sobre la buena alimentación el portal ‘Advocate Health Care’.
Las porciones y cantidades variarán según la edad y el peso de cada persona; por eso, lo mejor es consultar con un nutricionista para que brinde el plan de alimentación acorde a las condiciones y necesidades de cada paciente. No es necesario tener una enfermedad o condición de salud específica para hacerlo. Por lo que, este profesional también puede brindar una asesoría adecuada para aprender a tener buenos hábitos alimenticios y contribuir al cuidado del cuerpo humano a través de los alimentos.
Ahora bien, lo contrario en esta línea, es decir, la mala alimentación, trae consigo una gran cantidad de problemas de salud, e incluso, hasta enfermedades. La ingesta de alimentos cargados de sustancias dañinas generan cambios negativos en el organismo como, por ejemplo, el incremento de la presión arterial, de la glucosa, de los triglicéridos y del colesterol en la sangre.
A su vez, estos efectos terminan ocasionando que una persona pueda sufrir de hipertensión, de otras enfermedades cardiovasculares, de diabetes o de algún tipo de cáncer.
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) nos recuerda que el consumo de alimentos inadecuados es un factor de riesgo para desarrollar ciertas enfermedades, como la hipertensión arterial, la diabetes, la hipercolesterolemia, el sobrepeso y la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer”, reseña el sitio web Mejor con Salud.
Por lo que, de acuerdo con una investigación hecha por personas de la Universidad de Cambridge y nutricionistas de Boston y Nueva York, el cual fue publicado en el Journal of the American Medical Association, “casi la mitad de las muertes están relacionadas con la dieta y la mayoría, con el consumo excesivo de sal”. Asimismo, el portal CuerpoMente manifiesta que el consumo de estos productos “es casi igual de dañino si consumen demasiados productos cárnicos procesados, demasiadas bebidas azucaradas”.
Por eso, para evitar las afecciones mencionadas se debe evitar a toda costa el consumo de los siguientes grupos alimenticios, los cuales son dañinos para la salud, según el portal citado anteriormente:
- Productos ricos en sal y, por ende, casi todos los productos ultraprocesados y precocinados incluidos el pan, las salchichas y el queso.
- Productos cárnicos procesados, entre los que se destacan los fiambres frescos o curados, hamburguesas, salchichas, entre otros.
- Bebidas endulzadas con azúcar.
Por otra parte, de acuerdo con El Universal en su sección de salud y cuidado personal, menciona una lista de alimentos que, si no se conservan o preparan de manera correcta, pueden traer graves complicaciones para la salud del organismo en general.
- Frijol rojo: este alimento se consume de manera frecuente en países de América Latina; sin embargo, cuando no se encuentra en una cocción adecuada, resulta dañino para el organismo, en especial, para la salud intestinal. “La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), menciona que el frijol rojo contiene una sustancia derivada de la lecitina, llamada fitohemaglutinina la cual, si se consume en exceso o en estado de podredumbre, podría provocar vómito y malestares estomacales”. Para evitar que esto suceda se recomienda dejar en remojo los frijoles rojos, 12 horas antes de cocinarlos y asegurarse de que se cocinen de manera adecuada.
- Lechuga, hortalizas y verduras de hoja verde: estas verduras están cargadas de vitaminas, nutrientes y minerales. Es indispensable involucrarlas en el plan de alimentación de todas las personas; sin embargo, requieren de una debida limpieza y desinfección. “Según información del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), consumir hojas de lechuga mal desinfectadas podría causar en quien las ingiere enfermedades producidas por microbios como la salmonella, la E. coli y la listeria”.
- Atún: cuando esta proteína se consume de manera frecuente y enlatado, esto puede traer consecuencias negativas para salud, ya que este alimento en esa presentación contiene cantidades desmedidas de mercurio, lo que podría afectar la salud de los riñones y del hígado.
- Frutos secos: “un estudio realizado en la Universidad de Bialystok, en Polonia, menciona que el peligro de consumir en exceso frutos secos como las nueces, cacahuates, piñones y pistachos, reside en su alto contenido de metales pesados como el arsénico, el cadmio, el plomo y el mercurio”. Cuando surge una intoxicación por el consumo desmedido de estos productos, se puede ver alterado el comportamiento, la concentración y la memoria del paciente que consumió estos productos sin control.
Es importante recordar que para prevenir el riesgo de padecer alergias, los profesionales de la salud recomiendan que los menores de cinco años no consuman estos productos. Cuando se le va a dar a un menor este tipo de alimentos, se recomienda consultar con un pediatra para saber en qué presentación y en que cantidades se le debe dar.