Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la moringa es un alimento que se puede consumir completo y que ha servido como fuente de nutrición, porque tanto las hojas como las semillas son ricas en proteínas y en otros nutrientes.

Por ese motivo, este pequeño árbol asiático y africano, que se cultiva desde hace décadas en los trópicos de América Latina, se puede consumir a través de una infusión de sus hojas, pero también se consigue como aceite o como semillas, por lo que sus usos son bastante amplios, entre ellos, en la cocina, la cosmética y la medicina.

Ahora bien, el aceite de moringa es conocido por tener propiedades que pueden beneficiar la salud, pero su popularidad se debe a los beneficios que provee a la piel y al cabello en cuanto a su limpieza y humectación.

Según explica el sitio experto Mejor con Salud, el aceite de moringa puede ser bueno para tratar pieles secas y sensibles gracias a que contiene un 40 % de grasas monoinsaturadas y un 70 % de ácido oleico, sustancias que actúan como una barrera protectora de la piel que evita la pérdida de agua y daños en la piel por la exposición a factores contaminantes del medio ambiente.

Del mismo modo, el aceite de moringa puede ser utilizado para sanar raspaduras, cortes y quemaduras, según un estudio publicado en Advances in Traditional Medicine y gracias a sus propiedades antiinflamatorias puede ser el ingrediente perfecto para tratar las líneas de expresión, las arrugas y las pieles propensas a desarrollar acné, explica una investigación publicada en Lipids in Health and Disease, citada por el medio especializado.

Moringa. Foto: iStock / Getty Images | Foto: Getty Images

Otros usos de la moringa

Aunque para muchos el nombre no es muy conocido, para muchas familias, por el contrario, la moringa ha sido una de las plantas medicinales más utilizadas para tratar algunas afecciones, siendo los síntomas de la gripa uno de los más comunes.

Al respecto de sus propiedades, el doctor Mark Olson, del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que la moringa pertenece a un grupo grande de plantas que se incluye en la familia de las coles o el brócoli, familia de alimentos que se ha estudiado “muy bien”, así como sus beneficios, pues tiene las más altas concentraciones de propiedades reactivas biológicamente.

“Lo que ofrece la moringa en sus hojas es proteína. Cada una contiene 30 % de proteína y esta tiene mucho calcio, vitamina A y se utiliza en programas para evitar ceguera infantil”, destacó Olson.

Asimismo, en la publicación Nutritive Value of Indian Foods, del nutricionista Coluthur Gopalan, se explica que este árbol tiene más vitamina C que los cítricos, más vitamina A que las zanahorias y una gran cantidad de antioxidantes y aminoácidos esenciales.

Bajo este contexto, esta planta natural posee estas otras propiedades beneficiosas para la salud y, según estudios, se puede utilizar para:

  • Aumentar la capacidad respiratoria y con ello combatir enfermedades como el asma.
  • Prevenir la diabetes. La moringa posee propiedades que ayudan a regular el estrés oxidativo, el cual reduce los niveles de azúcar en la sangre, mejorando la protección contra el daño celular.
  • Calmar el dolor y desinflamar. Posee efecto antiinflamatorio y analgésico, ya que contiene quercetina, isotiocianatos y ácido clorogénico, sustancias que ayudan a disminuir el proceso inflamatorio, dando un alivio a los síntomas de enfermedades conocidas como el reumatismo, la artrosis o la inflamación de la próstata.
  • Ayudar en la pérdida de peso por su alto contenido de fibras y una elevada cantidad de proteínas que ayudan a aumentar la sensación de saciedad.

Pese a que muchos consideran esta planta como milagrosa, al igual que con cualquier hierba medicinal o remedio casero, es importante que antes de incluirlo en el uso diario, se consulte con un médico la conveniencia de su uso, sobre todo en personas que presentan afeccione en su salud.