La náusea es el deseo fuerte de querer vomitar, mientras que el vómito es la expulsión de los jugos gástricos del estómago a través de la boca.
Los doctores Ryan F. Porter y C. Prakash Gyawali, miembros del Colegio Real de Médicos - División de Gastroenterología de la Universidad de Washington, explican en un artículo publicado en el Colegio Americano de Gastroenterología que, a menudo, el vómito “es un mecanismo protector para expulsar alguna sustancia nociva ingerida”.
Aclaran, sin embargo, que también puede llegar a producirse debido a otras afecciones infecciosas o inflamatorias del organismo que no guardan relación con ese tipo de ingesta.
“Los músculos de la pared abdominal se contraen fuertemente a fin de crear la presión necesaria para vomitar (arcadas). Las arcadas no siempre se presentan con vómito, sino que pueden estar precedidas o seguidas del mismo. Por su parte, la náusea puede ocurrir sin vómito o antes de este”, destacan los expertos en el artículo Náusea y vómito.
Cabe señalar que, para la American Cancer Society, las náuseas representan una sensación de malestar en la parte posterior de la garganta y el estómago. Muchas veces no están acompañadas de vómito. Sin embargo, en otras ocasiones pueden estar acompañadas de síntomas como el aumento de la saliva, aturdimiento, cambios de temperatura de la piel, mareo, dificultad para tragar y ritmo cardíaco acelerado.
Para contrarrestar las náuseas y el vómito existen diferentes estrategias naturales. El portal Medline Plus recomienda las mejores:
1. “Coma alimentos suaves. Algunos ejemplos son galletas, panecillos ingleses, pan tostado, pollo y pescado al horno, patatas (papas), pastas y arroz”, señala la Biblioteca.
2. Comer alimentos con mucha agua también ayuda a eliminar tanto las náuseas como el vómito. Algunos de estos son las sopas claras, paletas de helado y gelatina.
3. “Si tiene un mal sabor en la boca, pruebe enjuagándose con una solución de bicarbonato de soda, sal y agua tibia antes de comer. Use 1 cucharadita (5 gramos) de bicarbonato de soda, 3/4 de cucharadita (4.5 gramos) de sal y 4 tazas (1 litro) de agua tibia. Escupa después de enjuagarse”, explica el portal.
4. Sentarse después de comer, no acostarse.
Remedios caseros
Mejor con Salud explica otras opciones alimenticias que pueden ayudar a combatir las náuseas y los vómitos.
Menta
Esta planta medicinal es una gran opción, especialmente para los viajeros. Según destaca el sitio web, “calma el ardor digestivo y equilibra la función del estómago”. Se puede utilizar cualquier producto que contenga este ingrediente como chicles, dulces o aceite esencial.
Toronjil
El toronjil es utilizado para diferentes afecciones como dolor de estómago, calmar nervios, gases, hinchazón y mal aliento. Asimismo, puede ser un remedio que ayuda a aliviar las náuseas.
Para aprovechar este beneficio se debe preparar una infusión de toronjil o se puede oler aceite esencial (pueden encontrarse en tiendas naturistas).
Regaliz
Para evitar los vómitos, se puede chupar un trozo pequeño de regaliz o consumir dulces que tengan este ingrediente. Asimismo, se puede ingerir como infusión. Mejor con Salud resalta un factor que se debe tener en cuenta: “Es importante destacar que el regaliz puede subir la presión arterial. Por lo tanto, debemos consumirlo de manera moderada y evitarlo si sufrimos hipertensión arterial”.
Canela
Esta especia, además de ser utilizada para condimentar y preparar comidas, también puede ser usada como un remedio casero para combatir las náuseas. Se puede preparar como infusión e ingerir moderadamente.
Acupresión y náuseas
Las náuseas, ya sea provocadas por el embarazo o vómitos relacionados con la quimioterapia para el cáncer, se pueden contrarrestar haciendo acupresión.
Se deben utilizar los dedos medio e índice y presionar con firmeza en el surco entre los dos tendones mayores en el interior de la muñeca, los cuales comienzan en la base de la palma de la mano, explica Medline Plus.
Otra herramienta para aliviar las náuseas son bandas especiales, que se utilizan alrededor de la muñeca y ejercen fuerza en estos puntos de presión. Pueden adquirirse en farmacias, sin una receta médica.
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