Entre los trastornos digestivos más comunes que se presentan está el estreñimiento, una afección en la que las personas pueden tener menos de tres evacuaciones a la semana, heces duras, secas o grumosas, dificultad o dolor para evacuar las heces y sensación de que la evacuación no fue completa, reseña el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés).
Es importante aclarar que el estreñimiento como tal no es considerado una enfermedad, pero sí puede ser un síntoma de otro problema médico. Puede durar un tiempo corto o largo. El NIDDK explica que las personas pueden tener diferentes patrones de movimiento intestinal y cada quien sabe lo que es normal para su organismo.
El instituto destaca que hay algunas personas que son más propensas a sufrir de estreñimiento, como es el caso de las mujeres –especialmente durante el embarazo o después del parto–, los adultos mayores, las personas de razas diferentes de la blanca, las personas que consumen poca o nada de fibra, las personas que toman ciertos medicamentos o suplementos dietéticos y las personas que sufren ciertos problemas de salud, incluidos los trastornos funcionales del tracto gastrointestinal.
“Las personas que sufren estreñimiento de corta duración por lo general no tienen complicaciones. Sin embargo, el estreñimiento de larga duración puede tener complicaciones, que incluyen: hemorroides, fisuras anales, prolapso rectal e impactación fecal”, destaca el Instituto.
No comer suficiente fibra; no beber suficientes líquidos (o deshidratarse); no hacer suficiente actividad física; enfermedad celíaca; trastornos que afectan el cerebro y la columna vertebral, como la enfermedad de Parkinson; lesiones del cerebro o la médula espinal; afecciones que afectan el metabolismo, como la diabetes; afecciones que afectan las hormonas, como el hipotiroidismo; inflamación vinculada a la enfermedad diverticular o a la proctitis; obstrucción intestinal, incluidos el bloqueo anorrectal y los tumores, y problemas anatómicos del tracto digestivo son algunos problemas de salud y nutrición que pueden causar estreñimiento.
Los cambios en la alimentación pueden ser un buen tratamiento del estreñimiento, por lo que hay algunos productos que pueden ayudar a que haya un ablandamiento de las heces y se facilite la evacuación. Entre el listado de alimentos que pueden ayudar con este propósito está la piña.
Las propiedades de este fruto de color amarillo son abundantes. Ayuda a quemar grasas y por eso se recomienda su consumo para pacientes con sobrepeso y celulitis, y sirve como antiinflamatorio, según un estudio realizado por la Universidad Mangalayatan (India). El potasio que abunda en la piña la convierte en un excelente diurético, ayudando a eliminar la acumulación de líquidos, reseña el portal Mejor con Salud.
Asimismo, su ingesta favorece la absorción de hierro, siendo recomendable para las personas con anemia y tiene un efecto anticoagulante, como lo señala un estudio realizado por la Universidad de la Inmaculada Concepción.
Sumado a las propiedades mencionadas, la piña es rica en bromelina, un complejo enzimático digestivo que, valga la redundancia, ayuda a mejorar la digestión y permite que el intestino trabaje sin problema. También es una fuente de fibras dietéticas para el organismo, las cuales ayudan a mantener la regularidad de las deposiciones.
Se puede consumir la piña en sus diferentes presentaciones. Sin embargo, se recomienda cortar la piña en cubos y consumir por lo menos una taza de esta fruta al día para las personas que tienen problemas para ir al baño.
El jugo de piña también es conveniente para las personas que sufren de estreñimiento. De hecho, se recomienda tomar una importante dosis de esta bebida sobre todo en los días que el estreñimiento es agudo. Mejor con Salud explica que una taza de este zumo (250 ml) aporta 0,5 gramos de fibra. “Por eso, cuando el estreñimiento es agudo, conviene consumir 8 vasos (aproximadamente, un litro y medio) en el mismo día”.
Las contraindicaciones que tiene la piña son pocas, pero es importante mencionarlas. En primer lugar, su consumo puede provocar deshidratación, por lo cual se recomienda acompañar esta fruta con el consumo de agua. Además, no es recomendable su ingesta en el caso de las personas que padecen reflujo gastroesofágico, pues la piña podría empeorar los síntomas.