El estrés visual, conocido médicamente como astenopia, puede definirse como la tensión que se origina en los ojos como consecuencia de una excesiva demanda de la vista durante largos períodos de tiempo.
Este trastorno puede presentarse de forma transitoria o permanente y afecta principalmente a las personas que pasan muchas horas delante de un dispositivo electrónico, leyendo o realizando otro tipo de actividades como coser, según información del portal Mapfre, de España.
Son diversas las causas que pueden ocasionar este padecimiento y dentro de las más frecuentes están: adoptar pautas ergonómicas incorrectas durante un tiempo prolongado, trabajar siempre frente a un dispositivo electrónico y realizar cualquier tarea que requiera fijar mucho la vista como, por ejemplo, estudiar o leer.
De igual forma, el estrés visual puede ser ocasionado por desempeñar actividades con una visibilidad e iluminación insuficientes, utilizar unas gafas con la graduación inadecuada y, por último, el nerviosismo o inquietud provocados por diferentes factores, como depresión, ansiedad u otros trastornos emocionales y psicológicos.
Síntomas
Las señales que indican que una persona puede estar presentando esta afección pasan por escozor, enrojecimiento y picor de los ojos; mayor sensibilidad al enfocar prolongadamente sobre la luz brillante de una pantalla; sequedad ocular o visión borrosa y visión de manchas en el campo visual. De igual forma, se pueden presentar dolores de cabeza, mareos o contractura y dolor cervical, indica información del portal Oftalvist, de España.
Según la Sociedad Española de la Oftalmología también es posible que algunos pacientes experimenten visión doble, pesadez en los ojos, lagrimeo y disminución de la agudeza visual.
De acuerdo con los expertos, cada día es más frecuente que se presenten estas molestias debido a la necesidad permanente de las personas de estar conectadas a dispositivos electrónicos en diferentes facetas de la vida.
Así se puede prevenir
Los especialistas recomiendan seguir algunos consejos si las personas notan que sus ojos están cansados después de una jornada laboral o con el paso del día.
- Optimizar la iluminación del lugar en el que se trabaja de manera habitual.
- Realizar pausas: Descansar la vista cada hora durante cinco minutos es una práctica que ayuda. Lo ideal es que la persona se levante del sitio y realice alguna otra actividad o mire, por ejemplo, a una ventana que tenga cerca cada cierto tiempo para evitar tener la mirada fija siempre en el computador. Otra forma de realizar pausas es seguir el movimiento de un dedo de manera horizontal, vertical o circular sin mover la cabeza.
- Mantener lubricados los ojos para evitar que se presente sequedad ocular. Para ello se pueden usar lágrimas artificiales.
- Parpadear con cierta frecuencia de forma consciente. Se recomiendan 10 parpadeos completos.
- Colocar un filtro protector en la pantalla para obtener mayor protección.
- Sentarse correctamente frente el monitor y a una distancia de 50 centímetros con una adecuada postura corporal.
- Adaptar el tamaño de la letra para que la lectura sea más confortable y no se tenga que forzar la vista.
- Descansar lo suficiente. Expertos de la Clínica Baviera indican que es importante dormir al menos ocho horas diarias y aprender a gestionar el estrés y la ansiedad. También puede resultar de utilidad cerrar los ojos para aliviar las molestias puntuales y relajar la vista.
- Otro aspecto clave es llevar una dieta equilibrada y rica en vitaminas A, B, C, F y minerales como el zinc.
- Evitar el tabaco y el alcohol.
- Si el especialista ha formulado gafas es importante usarlas y es ideal que tengan lentes antirreflejo.
- Colocar la silla con una altura y alineación que permitan mantener la espalda recta también evita no solo molestias físicas, sino en los ojos.