El ser humano estaría en condiciones de viajar al sistema de Júpiter hacia el año 2100 y al de Saturno 30 años después, según un marco de tiempo proyectado para misiones tripuladas más allá de Marte.

La exploración del espacio profundo ofrece la oportunidad más profunda para la expansión de la humanidad y nuestra comprensión del universo, pero sigue siendo un gran desafío. El progreso seguirá siendo marcado por misiones no tripuladas seguidas de misiones tripuladas a destinos cada vez más lejanos. Las principales potencias espaciales continúan invirtiendo en la exploración tripulada del espacio profundo como una importante estrategia nacional.

En un estudio publicado en arXiv, se desarrolla un modelo mejorado basado en trabajos anteriores, que proyecta las fechas de lanzamiento más tempranas posibles para misiones tripuladas por humanos desde el espacio cis-lunar a destinos seleccionados en el Sistema Solar y más allá, según la tendencia presupuestaria histórica de la Nasa y las tendencias generales de desarrollo de la exploración del espacio profundo.

Los autores usan un modelo de la cantidad de artículos publicados en un año determinado que mencionan la exploración del espacio profundo como indicador del nivel de tecnología necesario para completar esas misiones. La relación que encontraron para esa métrica de la cantidad de artículos a lo largo del tiempo es exponencial, alcanzando un máximo de casi 2.000 artículos por año recientemente.

Esta combinación de relaciones lineales y exponenciales da como resultado una ecuación que se puede resolver conectando los puntos de datos de distancia y tiempo del comienzo de la carrera espacial, el primer aterrizaje tripulado en la luna (1969) y el (todavía hipotético) primer aterrizaje tripulado en Marte, que se espera a partir de 2038.

Los hallazgos de la investigación sugieren que las primeras misiones humanas de una nación espacial o colaboración internacional al cinturón de asteroides y el sistema de Júpiter podrían programarse tan pronto como entre 2071 a 2087 y 2101 a 2121, respectivamente, mientras que puede ocurrir un lanzamiento al sistema de Saturno para el año 2132, con una ventana de incertidumbre de entre 2129 a 2153.

Cultivan plantas en suelo traído de la Luna

Frente al tema de la colonia humana en el espacio, es importante recordar que los científicos de la Universidad de Florida han conseguido cultivar en laboratorio plantas en suelo lunar traído por las misiones Apolo, un hito en la exploración espacial y en la historia de la humanidad.

En un nuevo artículo publicado en la revista ‘Communications Biology’, los investigadores demostraron que las plantas pueden brotar y crecer con éxito en el suelo lunar. Su estudio también investigó cómo las plantas responden biológicamente al suelo de la Luna, también conocido como regolito lunar, que es radicalmente diferente del suelo que se encuentra en la Tierra.

Este trabajo es un primer paso para que algún día se puedan cultivar plantas para obtener alimentos y oxígeno en la Luna o durante las misiones espaciales. De forma más inmediata, esta investigación se produce cuando el programa Artemis planea el regreso de seres humanos a la Luna.

“Artemis requerirá una mejor comprensión de cómo cultivar plantas en el espacio”, asegura Rob Ferl, uno de los autores del estudio y profesor distinguido de ciencias hortícolas en el Instituto de Ciencias Alimentarias y Agrícolas de la UF (UF/IFAS).

Incluso en los primeros días de la exploración lunar, las plantas desempeñaron un papel importante, recuerda Anna-Lisa Paul, también una de las autoras del estudio y profesora de investigación de ciencias hortícolas en UF/IFAS.

“Las plantas ayudaron a establecer que las muestras de suelo traídas de la Luna no albergaban patógenos u otros componentes desconocidos que pudieran dañar la vida terrestre, pero esas plantas sólo se espolvorearon con el regolito lunar y nunca se cultivaron realmente en él”, explica Paul.

Paul y Ferl son expertos reconocidos internacionalmente en el estudio de las plantas en el espacio. A través del Laboratorio de Plantas Espaciales de la UF, han enviado experimentos en transbordadores espaciales, a la Estación Espacial Internacional y en vuelos suborbitales.

“Para futuras misiones espaciales más largas, podríamos utilizar la Luna como centro o plataforma de lanzamiento. Tiene sentido que queramos utilizar el suelo que ya está allí para cultivar plantas -subraya Ferl-. Entonces, ¿qué sucede cuando se cultivan plantas en suelo lunar, algo que está totalmente fuera de la experiencia evolutiva de una planta? ¿Qué harían las plantas en un invernadero lunar? ¿Podríamos tener agricultores lunares?”.

*Con información de Europa Press.