Los gatos son uno de los animales domésticos que más predominan en las casas colombianas y que cuentan con una inteligencia superior a la de muchos animales e incluso humanos.
La diferencia de la inteligencia animal a la humana, según el portal La gatera, radica en la capacidad de estos para sobrevivir y adaptarse a un entorno. Los gatos son animales curiosos por naturaleza, tienen una capacidad de exploración inmensa, lo que los hace más audaces sobre su entorno.
También conocen la mecánica de su cuerpo y la aprovechan al máximo para escapar de situaciones difíciles o incluso para cazar aves y escapar de los depredadores. De hecho, este es otro de sus talentos. Logran predecir la conducta de su presa para así lograr su cometido más fácil.
Científicos revelan si gatos manipulan a los humanos
Los investigadores expertos de la Universidad de Guelph, en Canadá, se hicieron una pregunta que millones de humanos con gatos se han hecho alguna vez. El cuestionamiento giraba en torno a si los gatos comunican realmente lo que quieren a los humanos. En medio del estudio descubrieron que estas mascotas tienen técnicas de manipulación claras.
Una de las más evidentes es la del ronroneo. El estudio analizó el comportamiento de más de 6.000 participantes de 85 países. La mayoría poseía gatos.
Los sonidos que hacen los felinos son una especie de vibración que es relajante y que les permite aprovecharse de los instintos de crianza de las personas, pues el sonido intenta imitar a un bebé.
Este es un ronroneo especial y es el ‘ronroneo de solicitud’. Según el portal Bunko, este es mucho más agudo que los otros ronroneaos y suena mucho más urgente. Este sonido permite que las mascotas puedan comunicarse más con las mujeres.
Los maullidos también son otro de los sonidos que los ayuda a distraer a los humanos y cohibirlos para conseguir lo que quieren. Estos suelen cambiar de tono dependiendo del objetivo del animal.
Tenga en cuenta que los maullidos que son más exigentes son los que tienen una frecuencia más alta y es más corto. Estos normalmente son los que hacen cuando están jugando, quieren alcanzar algún objeto o tienen curiosidad por un insecto.
Los sonidos urgentes tienen una frecuencia más baja pero son mucho más largos. Estos se pueden dar cuando los animales necesitan suplir alguna necesidad urgente. Tienen hambre, sed o solo necesitan entrar a su caja de arena.