Hacer ejercicio es sin lugar a duda una de las actividades más importantes para mantenerse sano y prevenir un sinfín de enfermedades. Un estudio reveló la importancia de esto para evitar neumonía e influenza.
Recientemente, British Journal of Sports Medicine publicó los resultados de una investigación titulada Leisure - time physical activity and mortality from influenza and pneumonia: a cohort study, el cual analizó a profundidad la relación que guarda la actividad física con el riesgo de gripe y neumonía.
El estudio se realizó por medio de la recolección de datos de más de 500 personas de la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud de Estados Unidos. A los participantes se les preguntó sobre sus hábitos físicos y se les puso a prueba por medio de varios reportes y monitoreos. Durante casi una década, la población fue estudiada a profundidad.
Como punto de partida, el estudio señala que las pautas de la Organización Mundial de la Salud y del Departamento de Salud y Servicios Humanitarios de Estados Unidos recomiendan que los adultos deben realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada, junto con un par de otras actividades (75 minutos a la semana) que complementen el fortalecimiento muscular. Según las directrices, esta rutina evita la demencia, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
Además, el estudio encontró que no seguir con las pautas mencionadas conlleva a complicaciones de salud, debido a que los efectos generados serán contraproducentes. Durante la investigación, comprobaron que los adultos que no se realizaron ejercicio bajo los parámetros padecieron neumonía e influenza. En algunos casos, hubo pacientes fallecidos (1.516 en total). Sumado a ello, hábitos como el consumo de alcohol y tabaco aumentan la probabilidad de experimentar estas patologías.
En comparación con los participantes que no cumplieron con las pautas de la actividad física, las personas que si lo hicieron acorde a la regla tuvieron un 48% menos de riesgo de mortalidad por influenza y neumonía. Adicionalmente, quienes solamente realizaron ejercicios aeróbicos, obtuvieron un 36% menos de padecer estas condiciones.
Hacer entre 10 a 149 minutos a la semana de actividad física aeróbica se asoció a una reducción del 21% de riesgo por muerte de ambas patologías. Sin importar la edad o condiciones externas, los investigadores hacen énfasis en la necesidad de realizar actividad física bajo los parámetros contemplados.
Con respecto al exceso de rutinas de ejercicio, el estudio no encontró complicaciones sustanciales para quienes superan los tiempos planteados. Sin embargo, señalaron que no se puede confirmar si esto potencia o no la probabilidad de padecer patologías.
La investigación indica que para realizar la actividad aeróbica no se debe obligatoriamente ir a un gimnasio con regularidad. Desde la casa o haciendo las actividades del día a día, se pueden llevar a cabo los ejercicios, tales como caminas, nadar, andar en bicicleta, subir escaleras y correr.
Para el caso de los ejercicios adyacentes, la investigación sugiere que se pueden levantar pesas, hacer sentadillas, estocadas o trabajados pesados pueden contribuir a fortalecer los músculos.
La conclusión principal del estudio señala que la actividad de ejercicios aeróbicos, complementados con otro tipo de acciones, reducen significativamente la probabilidad de padecer enfermedades graves, tales como influenza y neumonía. La recomendación es seguir las recomendaciones de las entidades sanitarias para mantener una rutina física con normalidad y darle vitalidad a la salud.