La deshidratación es la pérdida de líquido que, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, “ocurre cuando se pierde más líquidos de los que se ingiere”, y esto puede provocar un mal funcionamiento del cuerpo. Las consecuencias más graves son:
- Diarrea: la National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases explica que la diarrea es la evacuación de las heces acuosas, es decir, líquidas, que en algunos casos puede ser aguda o crónica. Cuando esta se complica provoca deshidratación y malabsorción.
- Fiebre: de acuerdo con la Clínica Mayo, se considera que una persona tiene fiebre si supera los 37,8 grados Celsius. Los principales síntomas que se presentan son: la sudoración, los escalofríos, los cambios de humor, y malestar general.
- Sudoración excesiva: MedlinePlus explica que es “la liberación de un líquido salado” excretado por las glándulas sudoríparas. Es un proceso importante para regular la temperatura del cuerpo. Señala que una persona tiene entre 2 a 4 millones de glándulas, siendo las de los hombres las más activas.
Sin embargo, los mareos, el cansancio, la fatiga y la boca seca se destacan entre los signos producto de no consumir suficiente líquido.
Quienes tienen mayor riesgo de deshidratarse son los adultos mayores, los bebés, las personas con un diagnóstico de diabetes y fibrosis, incluso quienes tienen problemas en sus riñones.
Es importante tener en cuenta que la hidratación es importante para el cuerpo, ya que la falta de ella puede colocar en riesgo la vida de una persona, provocando palpitaciones, confusión, respiración rápida, entre otros.
Relación entre la muerte prematura y la deshidratación
Un artículo presidido por National Heart, Lung, and Blood Institute (NHLBI) y publicado por eBioMedicine concluye que la falta de hidratación promueve el envejecimiento, esto lo corrobora un comunicado de prensa revisado por la misma entidad que señala que 11.255 adultos fueron evaluados por 30 años para determinar la relación que había entre los niveles séricos que incrementan cuando hay un consumo menor de líquido, concluyendo que no solo el envejecimiento se aceleraba sino también se desarrollaban diferentes enfermedades crónicas. Es importante mencionar que el sodio sérico es la concentración de sodio en la sangre.
Como se mencionó, la investigación duró aproximadamente tres décadas para determinar dicha relación entre la deshidratación y el sodio sérico, que con el paso de los años se vincularon otras enfermedades o morbilidades como la obesidad, la hipertensión, la hiperglucemia y el colesterol alto.
“Los resultados sugieren que una hidratación adecuada puede retrasar el envejecimiento y prolongar una vida libre de enfermedades”, dijo Natalia Dmitrieva, Ph.D., líder del estudio.
Asimismo, cita a las Academias Nacionales de Medicina que aconsejan una ingesta de 6 a 9 vasos de líquido para las mujeres, lo que quiere decir 1,5 a 2,2 litros; y para los hombres por lo menos 8 a 12 vasos, es decir, 2 a 3 litros.
“La disminución del contenido de agua corporal es el factor más común que aumenta el sodio sérico, por lo que los resultados sugieren que mantenerse bien hidratado puede ralentizar el proceso de envejecimiento y prevenir o retrasar las enfermedades crónicas”, precisa Dmitrieva.
La relación que existe con la muerte prematura y la deshidratación es que a menor consumo de líquidos, mayor riesgo de envejecimiento prematuro que podría concluir en una muerte prematura.
Cabe precisar que el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) define la muerte prematura como el deceso que se produce “antes de la edad promedio de muerte en una población determinada”. Entre los principales factores que inciden en estas defunciones se destaca el consumo de cigarrillo.