Un estudio realizado en Canadá determinó que los pacientes que tomaron medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como, por ejemplo, el ibuprofeno para tratar el dolor, “tenían un riesgo 1,76 veces mayor de desarrollar dolor crónico”, destaca el portal T13 que recoge apartes de la investigación.

“Durante muchas décadas ha sido una práctica médica estándar tratar el dolor con medicamentos antiinflamatorios. Pero descubrimos que esta solución a corto plazo podría conducir a problemas a más largo plazo”, así lo explica Jeffrey Mogil, profesor del Departamento de Psicología de la Universidad McGill de Canadá, quien efectuó la investigación, en palabras que recoge el sitio web Business Insider.

Según los expertos que realizaron el análisis, para la recuperación cuando se sufre una lesión dolorosa se busca detener la inflamación con unos medicamentos “que, al parecer, podrían terminar provocando a largo plazo un dolor más difícil de tratar”. Así lo determinan los hallazgos del estudio publicado en la revista científica Science Translational Medicine.

“Los datos clínicos mostraron que el uso de antiinflamatorios se asociaba a un mayor riesgo de dolor persistente, lo que sugiere que los tratamientos antiinflamatorios podrían tener efectos negativos sobre la duración del dolor”, describe el informe publicado en la mencionada revista científica.

Los investigadores de la Universidad McGill se enfocaron en los “marcadores moleculares en la sangre útiles para pronosticar qué pacientes tendrían un dolor que disminuiría rápidamente y cuáles persistirían”, señaló Business Insider, asimismo, explicaron que para el estudio se tomaron muestras de sangre de 98 personas que sufrieron por primera vez dolor de espalda y nuevamente tres meses después.

El resultado que encontraron los investigadores fue que en los pacientes cuyo dolor había desaparecido tuvieron una inflamación rápida e intensa, después tuvieron un dolor agudo, y los marcadores de inflamación disminuyeron en los tres meses posteriores. En los que persistió el dolor, esa reacción inflamatoria no se produjo, aclaró Business Insider.

“Al analizar los genes de las personas que sufren dolor lumbar, detectamos cambios activos en los genes a lo largo del tiempo en personas cuyo dolor desapareció”, explicó por su parte Luda Diatchenko, una de las investigadoras del mencionado estudio. “Los cambios en las células sanguíneas y su actividad parecían ser el factor más importante, especialmente en las células llamadas neutrófilos”, destacó el sitio web mencionado.

“Nuestros hallazgos sugieren que puede ser hora de reconsiderar la forma en que tratamos el dolor agudo. Afortunadamente, el dolor se puede eliminar de otras maneras que no implican interferir con la inflamación”, opinó Massimo Allegri, médico del Policlínico del Hospital Monza en Italia, quien es otro de los autores del estudio.

Sin embargo, este estudio tiene voces encontradas que advierten que se deben realizar más investigaciones para tener argumentos más sólidos.

“Definitivamente, sería prematuro hacer recomendaciones con respecto a la medicación de las personas hasta que tengamos los resultados de un ensayo clínico diseñado prospectivamente”, indicó la doctora Franziska Denk, profesora principal del King’s College de Londres, quien también advirtió que no se debe despertar la desconfianza sobre los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno, en palabras que recoge el portal T13.

“En mi opinión, este estudio no debería generar un debate sobre el uso de AINE en el dolor lumbar; se necesita mucha más investigación para confirmar estos hallazgos primero”, sentenció la especialista Denk.

Expertos recomiendan alimentación, ejercicio y mantener buenas posturas para evitar dolores de espalda. Foto: Getty images. | Foto: Getty images

Otro punto a favor para los medicamentos antiinflamatorios, que argumentan los expertos, es que son efectivos en el manejo del dolor a corto plazo, así lo indica el profesor Blair Smith, presidente de Ciencias de la Salud de la Población de la Universidad de Dundee.

Smith también señala que “los medicamentos antiinflamatorios tienen una serie de otros efectos secundarios potencialmente peligrosos, y generalmente se desaconseja su uso a largo plazo, excepto con precaución”, así lo cita Business Insider.

Por otra parte, los expertos también destacan que el estrés y los malos hábitos en la postura pueden favorecer o agravar los dolores de espalda, por eso recomiendan alimentación y el ejercicio para evitar estos dolores sin la necesidad de los medicamentos.