Los infartos, o más conocidos en alguna parte como ataques repentinos al corazón, se han catalogado como una dificultad muy grave, que sucede cuando el flujo sanguíneo al músculo cardíaco termina bloqueándose.
Esta merma lleva a la muerte de células en dicha zona por la ausencia de nutrientes, sumándole que esto desemboca en dolores muy intensos en el pecho.
Ahora bien, se producen efectos muy alarmantes, como náuseas, dolores fuertes, dificultades para respirar y el mismo desmayo. Un infarto puede conducir a la muerte repentina del individuo, que puede prevenir o mermar los efectos de un infarto gracias a una vida saludable, la cual recomiendan de manera muy insistente los expertos en salud.
Consejos vitales como la dieta saludable, un peso acorde al ideal, hacer actividad física de forma muy regular con al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado, no fumar, bajar el consumo de alcohol, mantener la presión arterial controlada y el colesterol en la sangre. La gestión correcta del estrés, el control de la diabetes y el chequeo médico, sin duda, son ítems para prevenir un infarto.
Ahora bien, existe un alimento que se ha catalogado como el “ideal” para no sufrir un infarto. Esto lo dice un estudio citado por el portal Clarín, dejando claro ese hallazgo que no resulta ser una coincidencia. Además, es un producto que muy pocos se esperaban.
El alimento que podría bajar los riesgos de infarto
De acuerdo con ese estudio, publicado por la revista Nutrients, lleva a la conclusión de que el consumo recurrente de huevos le da una protección muy importante al corazón y las arterias. Dicen que, si usted consume hasta tres huevos, implicaría un “riesgo 60 % menor de desarrollar enfermedades cardiovasculares”.
Por su parte, si usted consume de cuatro a siete huevos a nivel semanal, esta posibilidad se reduce más, exactamente al 75 %, de impedir algún riesgo relativo al corazón. Los motivos son más que evidentes: el huevo tiene proteínas y minerales muy relevantes, además de una alta cuota de hierro.
En cuanto a sus vitaminas, resulta que los huevos tienen una fuente importantísima de vitaminas B2, B12 y selenio, las cuales son “sustancias cardioprotectoras”, de acuerdo con la fuente citada y la perspectiva de Michelle Routhenstein, dietista de cardiología de amplio reconocimiento a nivel orbital.
Si se hace alguna precisión acerca de las vitaminas previamente mencionadas, el factor diferencial está en que “ayudan a normalizar los niveles de homocisteína”, que derivan en placas arteriales al elevarse en el organismo.
Por su parte, la aparición del selenio ayuda a “combatir el estrés oxidativo”, uno de los motivos más frecuentes para que aparezcan estas dificultades cardíacas.
Hay algunas condiciones para que el huevo pueda tener un efecto significativo en el sistema cardiovascular: por un lado, hay que preguntarse con qué está acompañándolo en su desayuno, almuerzo o cena. Dicen que es necesario incluirlo en una dieta saludable y que tenga un consumo bajo de ácidos grasos saturados.
Por otro lado, las formas de cocción al agua son vitales, además de que no deberían incluir aceite en el método de preparación. “Evitar los típicos desayunos de huevos revueltos con panceta y otros alimentos altos en grasas”, explica el artículo citado.
Como un tercer punto, sugieren la reducción en el consumo de carnes rojas en aras de prevenir infartos, puesto que los participantes en el estudio sí tenían un bajo registro en grasas saturadas.