Un estudio liderado por la Harvard Medical School, en el que participó la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona, demostró cómo algunos tipos de cánceres pueden desactivar el sistema inmune, permitiendo que un tumor crezca sin control.
El trabajo, publicado en la revista Science, analizó cómo las células tumorales con una mutación particular liberan una sustancia química -un metabolito- que debilita a las células del sistema inmune cercanas, haciéndolas menos capaces de combatir células cancerígenas, según explicó la URV este lunes en un comunicado.
Los investigadores decidieron centrar su investigación en tumores con una mutación en un gen llamado isocitrato deshidrogenasa (IDH), la cual se produce aproximadamente en el 3,5 % de los cánceres, incluidos los cánceres sólidos -como los gliomas- y los cánceres de sangre -como la leucemia mieloide aguda-.
Las células tumorales que albergan esta mutación segregan a D-2-hidroxiglutarato (D-2HG), un metabolito que normalmente no se encuentra a niveles elevados en el cuerpo humano.
En este estudio se llevó a cabo una primera serie de experimentos en ratones para dilucidar cómo interacciona el D-2HG con las células T CD8+ -células inmunitarias que liberan unas proteínas llamadas granzimas y citoquinas para destruir las células cancerosas- en el microambiente del tumor.
“Secuestra el mecanismo de defensa normal”, afirmaron
Los resultados muestran que las regiones tumorales con mayores niveles de D-2HG tenían niveles más bajos de infiltración de células T, mientras que las regiones tumorales con más células T tenían niveles de D-2HG más bajos.
Así, los hallazgos muestran que este metabolito secretado por el tumor “secuestra el mecanismo de defensa normal del cuerpo” y hace que no funcione correctamente, y los autores esperan que a largo plazo otros científicos puedan utilizar sus resultados para desarrollar terapias.
Cáncer: La vitamina C puede ser determinante en el tratamiento según estudio
La vitamina C puede ser la clave para mejorar la eficacia de las terapias con células anticancerígenas derivadas de células dendríticas, de acuerdo con lo demostrado por los Investigadores del Laboratorio de Epigenética y Enfermedades Inmunes del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras.
El tratamiento de las células con vitamina C conduce a una activación más consistente de los genes implicados en la respuesta inmune, principalmente a través de la desmetilación (eliminación de un grupo metilo de una molécula) del ADN, una especie de reprogramación epigenética, según lo demostraron los resultados del estudio. Este descubrimiento puede ser útil para generar en el futuro terapias más potentes basadas en células dendríticas.
Desde el inicio de las terapias celulares anticáncer, aquellas que utilizan células vivas para encontrar y eliminar tumores se han utilizado muchos tipos de células inmunes. Las terapias celulares más conocidas utilizan linfocitos, como en las exitosas terapias CAR-T.
Recientemente, las células dendríticas han atraído la atención de los científicos gracias a su capacidad para captar y presentar antígenos (pequeñas partes de un patógeno o una célula cancerosa) a los linfocitos T e inducir una potente activación inmunitaria específica de antígeno.
En este sentido, la carga de células dendríticas con antígenos específicos para crear memoria inmunitaria constituye las denominadas DC-vacunas.
Para estudiar las células dendríticas en el laboratorio, los investigadores las diferencian de los monocitos (también una célula inmunitaria) mediante un conjunto particular de señalización molecular. Esta diferenciación se lleva a cabo mediante un complejo conjunto de procesos de activación génica en el núcleo, sobre todo gracias a la actividad de la maquinaria de remodelación de la cromatina encabezada por la familia TET de desmetilasas, proteínas que actúan sobre las marcas epigenéticas del ADN.
Con información de AFP.