Un nuevo estudio hecho por investigadores del London School of Economics sugiere que quienes trabajan los fines de semana y los días festivos disfrutan menos y se encuentran poco motivados, incluso si eligieron ese horario. La razón es sencilla: la gente no puede evitar comparar cómo los demás se divierten mientras ellos laboran.
El análisis involucró a 274 trabajadores de tiempo completo, en una variedad de industrias y profesiones, a quienes les midieron la motivación intrínseca un lunes con preguntas como si les había parecido interesante, agradable y significativa su jornada. Luego, los evaluaron al lunes siguiente, que era feriado, y reportaron una caída del 9 por ciento en dicha motivación, a pesar de que programaron el trabajo para ese día.
El mismo efecto se encontró en un estudio que comparó a quienes optaron por trabajar un martes y luego el sábado siguiente, pues produjo una caída del 11 por ciento en la motivación y el disfrute intrínsecos. Este efecto desmotivador no se limita al día en cuestión, sino también a horas fuera del horario tradicional de nueve a cinco.
En un análisis complementario, los autores encontraron que los empleados por turnos y otros que trabajan siempre cuando los demás tienen tiempo libre son crónicamente menos motivados y disfrutan menos de su trabajo. El estudio fue publicado en la revista Organizational Behavior and Human Decision Processes.
CIFRA
24 kilos es el promedio de pérdida de peso que se logra con una alta dosis de la droga tirzepatida, según un estudio clínico para probar su seguridad y eficacia. Si el medicamento, desarrollado por la farmacéutica Lilly, es aprobado por la FDA, sería otra herramienta contra la obesidad.
Trasplante
Un virus tuvo la culpa
David Bennett recibió un corazón de cerdo para curar la insuficiencia cardiaca, una condición considerada por sus médicos como demasiado grave para permitirle recibir un corazón humano. Para evitar el rechazo, se realizaron diez cambios genéticos en el cerdo que suministró el órgano y se eliminaron otros cuatro genes. Además, agregaron seis genes humanos. Sin embargo, el paciente murió en marzo, a los 57 años, dos meses después del trasplante.
Esta semana, los científicos anunciaron en la MIT Technology Review que una infección viral con un citomegalovirus podría explicar por qué el corazón del cerdo falló, y no, como se sospechaba, a causa de un rechazo de su sistema inmunitario. A futuro, para que la técnica prospere, será necesaria más investigación a fin de garantizar que los órganos estén libres de citomegalovirus porcino.
Investigación
Hay luz al final del túnel
En un trabajo publicado en Annals of the New York Academy of Sciences, un grupo de científicos, incluidos médicos de la Escuela de Medicina Grossmande Nueva York, de la University Hospital Southampton NHS Foundation Trust y del King’s College de Londres, señalaron que muchos han descrito lo que sucede al momento de morir. Por lo tanto, puede ser posible ahora estudiar el tema con un marco científico adecuado.
Lo que antes era un misterio, “hoy es susceptible de escrutinio científico imparcial y objetivo”. Esto se debe a que cada vez más gente es resucitada y puede relatar estas experiencias. Algunos dijeron que se comunicaron con un ser superior; otros alucinaron por la muerte lenta de las neuronas.
Pero lo interesante es que la mayoría reportó casi siempre las mismas experiencias, entre las que se encontraron la separación del cuerpo, sentir que caminan hacia un destino y reviven su historia de vida, sentir que alguien o algo los recibe de manera cálida y amorosa, y regresar al cuerpo.
Oncología
El vínculo entre grasa y cáncer
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) relacionó varios tipos de cáncer con el exceso de peso: los de vesícula biliar, estómago, hígado, páncreas, riñón, ovarios, útero, colon y recto, así como el cáncer de mama posmenopáusico. De hecho, recientemente, investigadores de la Universidad de Oxford descifraron por qué la grasa aumenta ese riesgo.
El problema, dijeron los médicos, es que con el exceso de grasa visceral se afectan ciertos procesos en el cuerpo que cambian la manera como este maneja las hormonas, la insulina y el estrógeno. “Esto a su vez afecta cómo y cuándo las células se dividen y mueren”, según afirmaron al diario The Telegraph.