El azúcar es una sustancia necesaria en la vida de las personas, pues gracias a este, el organismo adquiere energía para realizar diversos procesos internos y externos. No obstante, el abuso o la ausencia del azúcar, representa un sinfín de problemas para la salud de las personas.
El exceso de azúcar abre paso a la diabetes, y la falta de este a la hipoglucemia, por ello, expertos han destacado que la moderación del consumo de azúcar es necesario, a esto se añade la importancia de mantener un estilo de vida saludable en cuanto a dieta y ejercicio.
La Sociedad Canadiense del Cáncer señaló que el consumo de azúcar no tiene una gran relación con el cáncer, pues indicó que el azúcar no hace que las células cancerosas crezcan más rápido. Sin embargo, otros expertos y estudios científicos señalan que estas células sí pueden producir energía a través de la metabolización del azúcar.
Esto se conoce como el efecto Warburg, nombrado como el científico que lo planteó llamada Otto Warburg. Este señaló que el cambio en el metabolismo es la causa fundamental del cáncer. Sobre la misma línea, los científicos aclararon que este fenómeno, en el que las células cancerosas descomponen rápidamente los azúcares, estimula el crecimiento tumoral.
Los investigadores además revelaron cómo el consumo hiperactivo de azúcares de las células cancerosas se convierte en un círculo vicioso de estimulación continua y desarrollo del crecimiento de la afección.
Por otro lado, investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos comprobaron que el exceso de azúcar aumenta la actividad de la molécula llamada beta-catenina. Molécula directamente relacionada con ciertos tipos de cáncer como por ejemplo de intestino delgado, mama, ovario, páncreas y colon.
Expertos han señalado que el azúcar no provoca cáncer, pero su consumo en exceso puede promover y fomentar la aparición de los mecanismos mencionados para dar aparición a un cáncer, u otra enfermedad.
Por ello, el doctor Jaramillo, en Educando ConCiencia, comenta cuál es la dosis máxima de azúcar que se podría consumir en un día, dependiendo de la edad y el peso de la persona, y explica las graves consecuencias de superar esa dosis, aunque el mundo esté “inundado de azúcar”.
Glucosa alta, ¿cómo saber?
En ocasiones las personas no necesariamente sufren de diabetes, pero tienen descontrolados los niveles de azúcar y hay algunas señales que pueden indicar que esto está sucediendo.
1. Polifagia: es conocida como el aumento de apetito y se manifiesta con una sensación de hambre persistente, independientemente de cuánto coma la persona. “Cuando se tiene un nivel alto de azúcar en la sangre, esto generará que la glucosa se libere en las células. Como resultado, el organismo no obtendrá la energía que necesita y se verá obligado a seguir pidiendo comida, lo que generará esa sensación de hambre constante”, precisa el portal Mejor con Salud.
2. Fatiga: otra de las señales que pueden indicar un nivel alto de azúcar en la sangre es la sensación de fatiga constante o debilidad, según la Organización Panamericana de la Salud. La persona se siente cansada todo el tiempo, aún cuando no está realizando un esfuerzo o una rutina que resulte agotadora.
Al igual que en el caso de la polifagia, dado que el organismo no es capaz de conservar y absorber la glucosa adecuadamente, la energía no se aprovecha de forma eficiente; por lo que las células del organismo no reciben la cantidad de alimento que necesitan. Como consecuencia, la persona se siente cansada.
3. Pérdida de peso: otro indicador de que el azúcar puede estar alto es la pérdida drástica y repentina de peso. Esto puede ocurrir incluso si se realizan comidas copiosas y el valor calórico de los alimentos es alto. Una de las razones es que al perder una gran cantidad de líquidos por la micción frecuente, se puede presentar pérdida de peso. Una gran cantidad de orina con un nivel alto de glucosa hará que el organismo gaste más calorías.