Expertos participantes en la jornada ‘Malaria: Investigación con impacto en tiempos de covid-19′, organizada este miércoles -6 de abril- por la Fundación Ramón Areces y el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), han advertido que el mundo se encuentra en “un momento crítico” en la lucha contra la malaria.

Después de un inicio de siglo XXI “esperanzador”, en el que se produjeron significativos avances contra la enfermedad, en 2017, el Informe Mundial sobre la Malaria elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) documentó por primera vez que el progreso se había estancado.

La irrupción del virus SARS-CoV-2 y la crisis sanitaria global desencadenada por la pandemia de la covid-19 no han hecho más que agudizar las tendencias negativas de los años anteriores. Los retrocesos observados, por primera vez, en términos de aumento de la mortalidad por malaria a nivel global evidencian la urgencia de salud pública continua que representa esta enfermedad.

Con el objetivo de entender en qué situación se encuentra la lucha contra la malaria, en esta jornada se han expuesto los múltiples desafíos a los que la comunidad científica global se enfrenta, así como algunos de los logros conseguidos en los últimos años.

“Nuestros esfuerzos para convertir a esta enfermedad en historia deben centrarse en la aplicación de las medidas que ya existen y que han demostrado una amplia eficacia, así como seguir innovando y desarrollando nuevas estrategias que aporten soluciones de forma rápida. Es inconcebible que, como comunidad global, sigamos ignorando la emergencia de salud pública continuada que representa esta enfermedad, simple y llanamente porque esta emergencia tan solo afecte a los países más pobres”, ha comentado el director del programa de Malaria de ISGlobal y organizador de la jornada, Quique Bassat.

La malaria es otra de las afecciones que se transmiten a través de la picadura de un mosquito infectado, en este caso un Anofeles. | Foto: flubydust

La jornada ha dado comienzo con una mesa redonda sobre la malaria en un contexto de múltiples crisis globales en la que han participado el presidente del ESADE Center for Global Economy and Geopolitics, Javier Solana, la embajadora de Mozambique en España, Maria Manuela Dos Santos, y el director general de ISGlobal, Antoni Plasència.

La pandemia de covid-19, la crisis sanitaria y climática y los conflictos armados dibujan un panorama muy complejo en general, pero más aún para aquellos países azotados por la malaria y otras enfermedades de la pobreza. Para hacer frente a todo ello, es fundamental la cooperación científica entre países, como ilustra el caso de España y su inversión estratégica en el Centro de Investigación en Salud de Manhiça (CISM), en Mozambique, ha destacado la embajadora.

Por su parte, Plasència ha incidido en “el importante papel de la investigación y la traslación como herramienta de preparación y respuesta ante emergencias de salud pública”. Además, ha reclamado poner en valor la excelencia de la investigación que se practica en España, y ha aprovechado para agradecer el apoyo fundamental de la Fundación Ramón Areces a la investigación en malaria de ISGlobal.

Ciencia contra el parásito de la malaria

A lo largo del tiempo, el parásito de la malaria ha encontrado diferentes vías para evadir los insecticidas y tratamientos que se dirigen contra él. Por ello, es imprescindible que la comunidad científica siga investigando para portar nuevos conocimientos que puedan ser aplicables e influir las estrategias para acabar con la enfermedad.

La nueva vacuna contra la malaria RTS,S, que recientemente ha recibido el apoyo de la OMS para su introducción en África, supone un hito muy importante en la lucha contra la enfermedad.

“Aunque su eficacia es moderada, el impacto que tiene es alto. Sin embargo, necesitamos entender mejor cómo funciona, por qué protege a unos niños y a otros no. Nuestros estudios se centran en tratar de comprender la inmunidad protectora que la vacuna RTS,S genera, para así poder diseñar una segunda generación de vacunas con mayor eficacia”, ha explicado Carlota Dobaño, jefa del grupo de inmunología de la malaria en ISGlobal.

Mientras, Alfred Cortés, investigador ICREA de ISGlobal, ha reclamado que “comprender el proceso de conversión de la forma asexual del parásito a la forma sexual es fundamental si queremos detener la transmisión de la malaria”.

Por su parte, Xavier Rodó, responsable del programa de Clima y Salud de ISGlobal, ha destacado que el cambio climático podría tener consecuencias directas sobre la transmisión de la malaria en zonas densamente pobladas de África, subrayando la estrecha relación que existe entre clima y salud.

*Con información de Europa Press.