Las vitaminas son sustancias necesarias para el funcionamiento celular, el crecimiento y el desarrollo normales. Estas se pueden encontrar en muchos de los alimentos que consume una persona, pero también existen suplementos que ayudan en esa función. Son tan importantes, que una deficiencia vitamínica puede derivar en graves problemas para la salud.
Como se ha mencionado en diferentes espacios, estas sustancias se obtienen básicamente al consumir alimentos, en especial frutas y verduras. Cada uno de estos poseen nutrientes y propiedades que son importantes para el organismo e incluso contienen aportes fundamentales para evitar o tratar enfermedades.
Sin embargo, en algunas oportunidades, médicos y nutricionistas recomiendan el consumo de suplementos tanto de vitaminas como de minerales, cuando detectan que una persona tiene algún déficit. Para equilibrar ese faltante, se recomiendan los suplementos, de manera que se puedan fortalecer el sistema inmune y algunos órganos.
Las vitaminas constituyen una variedad de productos que cuentan con un alto contenido de nutrientes como vitaminas, minerales, aminoácidos y enzimas y, a menudo, se venden en forma de tabletas, cápsulas, cápsulas de gelatina y polvos.
No obstante, es importante tener en cuenta que consumir demasiados suplementos puede afectar la salud. Algunos grupos de personas, como los adultos mayores, los vegetarianos, los veganos o quienes padecen deficiencias metabólicas y las mujeres embarazadas, podrían verse más beneficiados, de acuerdo con una publicación de El Clarín.
Los especialistas han determinado que la hora de consumo de las vitaminas o los complementos vitamínicos depende del tipo de cada uno de ellos. “Algunos de estos es mejor tomarlos después de comer y para otros se recomienda tomarlos en ayunas”, afirma este medio.
Por ejemplo, el mejor momento para tomar las vitaminas solubles en grasa o liposolubles, es decir, las A, K, E y D, es a la hora de la cena. Mientras que, en la mañana, antes del desayuno, es mejor la absorción de las vitaminas solubles en agua o hidrosolubles, que serían la vitamina C, todas las vitaminas B y el folato.
Se ha determinado que las vitaminas hidrosolubles son más difíciles de absorber con sustancias como café y ciertos medicamentos, “por lo que se recomienda consumirlas varias veces por día en poca cantidad, respetando la dosis indicadas, para asegurar su completa asimilación”.
Los expertos han determinado que, por ejemplo, las vitaminas prenatales se deben tomar en ayunas, aunque a las mujeres que tienen muchas náuseas matinales se les recomienda tomarlas justo antes de dormir.
Entre tanto, las vitaminas B6 y B12, la C y la D pueden tener una influencia decisiva en el sueño, por lo que es importante tener en cuenta esta situación para promover su consumo. En ese sentido, los especialistas recomiendan tener buenos periodos de descanso durante la noche (al menos 8 horas) como parte de los cuidados de la salud.
Las vitaminas que se deben tomar si se siente cansado y agotado
Las personas pueden sentirse cansadas física y mentalmente en cualquier momento de la vida. El agotamiento puede presentarse por falta de sueño, poca actividad física, exceso de trabajo o estrés. A esto se suman otras razones como el sobrepeso y la ingesta de una alimentación poco saludable. La recomendación de los expertos es que la dieta le brinde al organismo las vitaminas y minerales que requiere para su normal funcionamiento.
Dentro de ese grupo existen algunas favorables para hacerle frente a la fatiga y el cansancio tanto físico como mental. Destacan las del complejo B y la vitamina C, pues proporcionan un impacto directo en el metabolismo energético, mejorando el funcionamiento del sistema inmune y la formación de glóbulos rojos. En la lista de favorables para cumplir con este propósito están las siguientes.
Una vitamina clave para prevenir y aliviar el cansancio físico y mental es la tiamina o también conocida como B1. De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, este nutriente es determinante porque ayuda a convertir los alimentos en la energía que la persona requiere. De igual forma, es crucial para el crecimiento, desarrollo y funcionamiento de las células del organismo.
Este nutriente también se puede obtener de productos integrales y alimentos fortificados como el pan, los cereales, las pastas y el arroz; carne (en especial de cerdo), pescado y legumbres como los fríjoles negros y la soya, además de semillas y nueces.