El asma alérgica es causada por alérgenos que son sustancias que provocan una reacción alérgica, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, explicó que los alérgenos pueden ser:
- Ácaros del polvo.
- Moho.
- Mascotas.
- Polen de pasto, árboles y malezas.
- Desechos de plagas como cucarachas y ratones.
Adicional, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, indicó que el factor de riesgo más importante del asma alérgica es tener antecedentes familiares.
“Cuando tus alergias se combinan con asma, se conoce como asma alérgica. Esto hace que las vías respiratorias se estrechen cada vez que se inhala un alérgeno. Aunque hay muchos alérgenos diferentes que pueden desencadenar el asma alérgica, todos tienen algo en común: están en el ambiente, no en la comida ni en los medicamentos”, explicó el alergólogo e inmunólogo de Cleveland Clinic, Ronald Purcell.
Asimismo, el experto señaló que en el caso del asma alérgica, lo más probable es que una persona presente síntomas de rinitis alérgica y síntomas pulmonares al mismo tiempo.
“La rinitis alérgica, o fiebre del heno, afecta a la nariz y los senos paranasales y puede causar síntomas como estornudos, congestión, picor de nariz y ojos. El asma, en cambio, afecta principalmente a los pulmones y puede causar síntomas como tos, sibilancias, opresión en el pecho, falta de aire o respiración rápida”, señaló el alergólogo e inmunólogo.
En los niños, los síntomas del asma alérgica pueden ser más sutiles, puntualiza el especialista. “Pueden decir que están demasiado cansados para jugar, pero los padres deben comprobar si tienen sibilancias o tos”.
Por ello, el experto reveló algunas claves para manejar el asma alérgica de forma efectiva:
- Utilizar un filtro de partículas de aire de alta eficiencia (HEPA) para reducir los desencadenantes en el aire.
- Minimizar o eliminar la exposición a animales domésticos si es necesario.
- Utilizar fundas especiales para ácaros en la ropa de cama y procurar que los niveles de humedad interior sean del 35 % para minimizar la exposición a los ácaros del polvo.
- Eliminar las fuentes de alimentación de las cucarachas utilizando recipientes sellados y limpiando regularmente el suelo y las superficies de la cocina.
- Cambiarse de ropa y ducharse una vez en el interior si la persona es alérgica al polen, y cerrar puertas y ventanas cuando el recuento de polen sea elevado.
- Comprobar y eliminar el moho, que puede desarrollarse en interiores si hay una fuente de humedad no deseada, como fugas en las tuberías.
““En los casos de síntomas graves que no responden a la medicación o en los que no pueden evitarse los desencadenantes, es muy eficaz un tratamiento de vacunas antialérgicas (inmunoterapia con alérgenos) [...] Estas inyecciones ayudan a crear inmunidad contra alérgenos como la caspa de perro y gato, los ácaros del polvo, las esporas de moho y el polen de árboles, gramíneas o malas hierbas. Las vacunas pueden aliviar el asma alérgica, la rinitis y la conjuntivitis”, agregó.
¿Cómo se diagnostica el asma?
La biblioteca señaló que algunos exámenes para detectar el asma son:
- Examen físico.
- Historia clínica.
- Pruebas para medir cómo reaccionan las vías respiratorias a exposiciones específicas. Durante esta prueba, se inhalan diferentes concentraciones de alérgenos o medicamentos que pueden tensar los músculos de las vías respiratorias. La espirometría se realiza antes y después de la prueba.
- Pruebas de flujo espiratorio máximo para medir qué tan rápido puede expulsar aire con el máximo esfuerzo.
- Prueba de fracción exhalada de óxido nítrico para medir los niveles de óxido nítrico en el aliento al exhalar. Los niveles altos de óxido nítrico pueden significar que los pulmones están inflamados.
- Análisis de sangre o de piel para alergias, si se tienen antecedentes de alergias. Estas pruebas verifican qué alérgenos causan una reacción del sistema inmunitario.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.