Muchas personas consideran que para mantener una vida saludable, solamente debe adoptar a su rutina una buena rutina de ejercicio y una adecuada alimentación; sin embargo, a estos dos factores se debe sumar el bien descanso para recuperar la fuerza física y emocional.

De hecho, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señala que los adultos deben dormir como mínimo siete horas por noche, sin que se interrumpa con frecuencia, ya que si esto sucede se pierde la calidad del sueño.

Entre tanto, las posturas que se adoptan al momento de descansar también ocupan un rol fundamental en el estado de salud y bienestar de las personas. Por ello, Stella Valiensi, médica neuróloga del Hospital Italiano y presidente de la Asociación Argentina de Medicina del Sueño, explica que la posición para dormir condiciona el estado físico de los individuos en las horas posteriores, pero también “influye en su ánimo porque una noche de mal descanso, ocasiona problemas colaterales que se ven reflejados en las actividades de todos los días”.

Adicional a ello, la experta segura que dormir correctamente ayuda a desarrollar una serie de procesos neuronales endocrinos y cambios metabólicos que ocurren durante una fase del día. Además de esto, “fortalecer el sistema inmune y mantener óptimas las funciones vitales”.

Cuando el sueño se ve alterado por distintos factores, las personas pueden tener un mal desempeño a la hora de realizar las tareas diarias y surge problemas de aprendizaje y mala memoria. Para mitigar estos problemas de salud, es importante tener ciertas prácticas o rituales que pueden ayudar a que el descanso rinda y la persona se levante como nueva.

¿Cuál es la mejor postura para dormir?

Normalmente, la mayoría de personas suelen dormir boca abajo, de costado o hacia arriba, pero estas posiciones no siempre son las más recomendadas para lograr una buena higiene del sueño.

Por su parte, Valiensi señala que “las distintas posturas traen de la mano una serie de ventajas y desventajas para todas las personas, sobre todo para los adultos, que dependiendo de sus características, estilo de vida y necesidades, se les sugieren en mayor o menor medida”.

De lado

Esta posición es una de las más adoptadas por las personas y suele tener múltiples beneficios para la salud. Valiensi asegura que esta posición alivia los ronquidos, las apneas, mejora la digestión y elimina todo tipo de toxinas del cerebro. También, “mejora el apoyo de la cabeza y evita molestias en el cuello y la columna vertebral, porque de esta manera están alineadas”.

Boca abajo

Para muchas personas resulta muy cómodo dormir boca abajo; sin embargo, esta postura no es muy favorable para la salud, ya que comprime el tracto digestivo, el cuello, debido a que la cabeza se ubica de costado, dificulta la respiración y por ende la “persona está más propensa a sufrir un colapso de la vía aérea o apneas de sueño”, dijo Valiensi.

En ese sentido, cuando se duerme en esta posicion se evita que el peso del cuerpo recaiga sobre otras zonas como el pecho o la espalda, situación que dificultaría tener un sueño profundo y reparador debido a la falta de confort. Sin embargo, se recomienda el realizar el posicionamiento adecuado acompañado del uso de una almohada extra, según el portal digital Comfama.

Boca arriba

Esta postura es la menos convencional y muchas personas la esquivan porque implica un sueño estático. Incluso, esta posición puede provocar el aumento de los ronquidos, así como los dolores lumbares, de cuello y de espalda, debido a que durante la noche estuvo rígida con todo el cuerpo apoyado en ella.