Como ya se sabe, el agua es fuente de vida y aunque muchos expertos recomienden beber al menos ocho vasos al día para un buen funcionamiento del organismo, ésta también tiene beneficios sobre la piel.

El dilema siempre ha sido si bañarse con agua fría o caliente. Algunos estudios afirman que ducharse con una alta temperatura podría ser peligroso para la salud en varios aspectos. La mayoría de expertos, recomiendan bañarse con agua tibia -más fría que caliente- para evitar complicaciones de salud.

El agua a altas temperaturas tiene la capacidad de generar ciertos procesos internos en el organismo que podrían redundar en efectos negativos. Además, al ser una práctica habitual de las épocas frías, puede haber cambios bruscos de temperatura, por ejemplo, al salir de casa.

El choque térmico es una de las razones de por qué ducharse con agua muy caliente puede ser peligroso para la salud, asegura el portal Mejor con Salud. Al elevarse la temperatura corporal con el baño, y luego encontrarse el mismo cuerpo con bajos grados en el exterior, cambian parámetros fisiológicos.

Un informe realizado por el médico especialista en Auditoría Médica y en Medicina Familiar y Ambulatoria, Leonardo Biolatto, asegura que bañarse con agua muy caliente, puede tener diversos efectos en el cuerpo.

Dentro de las reacciones adversas está que puede generar caspa, pues el agua caliente favorece la colonización por el hongo de la caspa humana. De igual forma, puede generar caída del cabello, pues las duchas muy calientes ocasionarían daño sobre el folículo piloso, una problemática que puede afectar tanto a hombres como a mujeres.

Otro de los aspectos negativos que puede ocasionar el agua muy caliente es que tanto la piel como el cabello pueden tener un ligero cambio de color. En los niños con dermatitis la exposición a altas temperaturas durante el baño empeora los síntomas.

El agua caliente puede generar caspa y cambiar la coloración del cabello. | Foto: derechos de autor no

Más grasa

El agua caliente también puede contribuir a la producción de sebo, es decir, que las glándulas sebáceas reaccionan al agua caliente produciendo más grasa de lo normal, por lo que bañarse con agua muy caliente no es favorable, por ejemplo, para las personas que sufren de acné.

Otra de las afirmaciones del especialista apunta a que se pueden presentar alteraciones digestivas. La vasodilatación lleva la sangre a zonas periféricas del cuerpo, sacándola de áreas centrales. Por ejemplo, si una persona ha comido y de inmediato se ducha, la digestión será más lenta.

Problemas cardíacos

Sin embargo, estas no son las únicas afectaciones que puede generar un baño con la ducha muy caliente. De acuerdo con el portal Salud 180, un estudio publicado por en la revista médica Resuscitation Journal bañarse con agua a temperatura muy alta puede provocar problemas cardiacos.

Según los resultados de este análisis, las personas que toman un baño a temperaturas muy elevadas, tiene 10 % más de riesgo de sufrir un paro cardiaco.

A esto se suma que bañarse durante mucho tiempo con agua caliente y posteriormente incorporarse al medio ambiente, puede causar un cambio brusco en la temperatura corporal, lo cual puede tener una incidencia en la presión arterial y arritmias cardiacas.

La ducha con agua caliente puede generar caída del cabello. | Foto: Central IT Alliance

“Asimismo, cuando se presentan temperaturas muy altas, se dilatan los vasos sanguíneos y la presión arterial puede caer drásticamente; lo cual podría provocar desmayos y dolor de cabeza”, precisa el portal Salud 180.

¿Mejor el agua fría?

En contraposición hay análisis que indican que las duchas frías pueden ser favorables para la salud. Según los expertos, uno de los beneficios principales de éstas es que aceleran la circulación de la sangre, teniendo en cuenta que el cuerpo busca mantener la temperatura corporal ideal.

También reduce el dolor muscular debido a que el agua fría tiene propiedades regenerativas, los músculos se relajarán y se repararán después de un duro ejercicio, ayudando para disminuir el dolor o cansancio que quede en ellos después de hacer ejercicio.

El doctor Adam Friedman señaló para el sitio especializado Healthline que si existe algún tipo de picor en la piel, las duchas frías pueden ayudar a evitar esa necesidad de rascarse ya que, además de desinflamar poco a poco la zona afectada, disminuye la sensación de rascarse.