La fascia plantar es un ligamento que se extiende desde el hueso del talón hasta la base de los huesos de los dedos, forma el arco característico del pie y su función principal es amortiguar el impacto que genera el desplazamiento en la planta del pie.
Este tejido puede inflamarse cuando existe demasiada presión y esfuerzo, lo que provoca dolor generalmente en la mañana durante los primeros pasos, dolor al subir escaleras o después de actividad física intensa, además de dificultad para caminar; a lo anterior se le conoce como fascitis plantar.
Según Medline Plus, entre quienes son más propensos a sufrir fascitis plantar, están:
- Personas con problemas con el arco del pie (tanto pie plano como arco plantar alto).
- Los que corren largas distancias, cuesta abajo o sobre superficies desiguales.
- Los que poseen el tendón de Aquiles (el tendón que conecta los músculos de la pantorrilla al talón) tenso.
- Personas que usan zapatos con soporte de arco deficiente o suelas blandas.
- Quienes cambian su nivel de actividad.
El tratamiento para la fascitis plantar generalmente consiste en la administración de medicamentos para disminuir el dolor y la inflamación, ejercicios de estiramiento del pie y talón y el uso de calzado con adecuado soporte.
Por lo anterior, el portal especializado Mejor con Salud listó una serie de remedios caseros con los que también es posible mitigar los malestares y acelerar la recuperación de la zona afectada.
1. Compresa caliente: poner calor en el área ayudará a desinflamar, a aliviar la tensión y a disminuir el dolor.
2. Cúrcuma: la curcumina que contiene este alimento funciona como analgésico en el cuerpo humano, por lo que reduce la tensión y la inflamación. Es posible usarla de forma tópica o a través infusiones.
3. Ejercicios de estiramiento: la entidad sin ánimo de lucro, Mayo Clinic, reveló que un fisioterapeuta puede enseñar una serie de ejercicios para estirar la fascia plantar y el tendón de Aquiles, que también ayudan a fortalecer los músculos de la parte inferior de las piernas.
4. Compresa fría: poner compresas frías o hielo en la zona afectada hará que el frío ayude a desinflamar. Se aconseja no poner el hielo directamente sobre la piel pues podría lesionarla.
5. Masajes para combatir la fascitis plantar: los masajes estimulan la circulación y liberan la tensión. Pueden realizarse utilizando un poco de aceite esencial de coco o de sésamo.
6. Jengibre: “sus compuestos activos le dan acción antiinflamatoria. Esto sirve para disminuir los síntomas de los problemas que comprometen a las articulaciones y demás tejidos del cuerpo”, explica Mejor con Salud. Se puede consumir en forma de infusión o aplicar dicho líquido de forma tópica.
7. Sales de Epsom: las propiedades que contiene este producto pueden contribuir a aliviar músculos. Para usarlas, se deben agregar a una tina con agua tibia y sumergir los pies allí durante 20 minutos.
Si las medidas anteriores u otras más conservadoras no están funcionando después de varios meses, el médico podría recomendar lo siguiente:
- Terapia de ondas de choque extracorporales. En este procedimiento, se dirigen ondas sonoras al área del dolor de talón para estimular la recuperación. Generalmente se usa para la fascitis plantar crónica que no ha respondido a tratamientos más conservadores. Algunos estudios muestran resultados prometedores, pero no han demostrado ser consistentemente efectivos.
- Cirugía. Algunas personas requieren cirugía para separar la fascia plantar del hueso del talón. Generalmente es una opción solo cuando el dolor es severo y otros tratamientos han fallado. Se puede hacer como un procedimiento abierto o a través de una pequeña incisión con anestesia local.