Los dolores en el pie, por lo general, son causados por lesiones que ocurren por dar un mal paso o haber recibido un golpe. Sin embargo, existen múltiples factores que pueden incidir en la aparición de esta dolencia.

De acuerdo con información de la enciclopedia médica MedlinePlus, la fascia plantar es el tejido grueso en la planta del pie, el cual conecta el calcáneo (hueso del talón) a los dedos y crea el arco del pie. Ahora, cuando este tejido se inflama o se hincha, surge una condición denominada fascitis plantar.

Esta inflamación ocurre cuando la banda gruesa de tejido en la planta del pie, es decir, la fascia, se estira o se sobrecarga demasiado, generando dolor y dificultando la ejecución de actividades simples como caminar.

Las personas más propensas a desarrollar fascitis plantar son aquellas con problemas en el arco de pie (pie plano o arco plantar alto, por ejemplo), también quienes corren largas distancias sobre superficies desiguales o usan zapatos con soporte de arco deficiente y suelas blandas.

Las personas obesas o que aumentaron repentinamente de peso también son más propensas a padecer fascitis plantar, así como aquellas con el talón de Aquiles tenso.

La fascitis plantar es una de las dolencias más comunes en el pie, por lo que es importante prestar atención a los síntomas y acudir a un especialista médico para recibir la atención pertinente.

Síntomas de la fascitis plantar

Por lo general, el síntoma más común de la fascitis plantar es el dolor y la rigidez en la parte inferior del talón, aunque también puede sentirse en la planta del pie.

Esta dolencia suele ser mayor en las mañanas cuando la persona da sus primeros pasos del día, luego de pararse o sentarse por un rato, al subir escalones, después de una actividad intensa o simplemente al caminar y correr.

La sensación de dolor también puede aparecer progresivamente o repentinamente luego de haber realizado una actividad intensa.

¿Cómo aliviar el dolor?

De acuerdo con el podólogo deportivo Víctor Alfaro, citado por el portal Runners World, “una fascitis plantar de una semana de evolución, posiblemente mejorará rápido con una pauta de antiinflamatorios, un descenso en la actividad física y una pauta correcta de estiramientos”.

En ese sentido, para superar satisfactoriamente la fascitis plantar, es conveniente acudir a un especialista médico para obtener un diagnóstico preciso y definir el tratamiento más adecuado.

No obstante, existen algunas terapias que pueden hacerse en casa para aliviar la molesta sensación de dolor causada por la fascitis plantar. La experta Jacqueline Sutera, podóloga y cirujana especializada en podología en City Podiatry (Nueva York), sugiere la técnica ‘masaje de fibra’, el cual está diseñado para aliviar el dolor generado por la inflamación en la fascia plantar.

Según reseña Runners World, el mejor momento para realizar esta técnica es después de una ducha o luego de remojar los pies en agua tibia para aprovechar que los tejidos están calientes, “facilitando la libración fascial, aumentando la circulación y reduciendo la tensión y rigidez en la fascia plantar”, expone la podóloga Jacqueline Sutera.

Este es el paso a paso para ejecutar el masaje:

  • Aplicar un poco de crema hidratante o aceite en las manos.
  • Masajear el pie a lo largo del arco plantar, desde el talón hasta los dedos.
  • Seguir masajeando al mismo tiempo que se cruza todo el ancho del arco. Lo ideal es masajear cada pie unos dos minutos.
  • Tras finalizar el masaje en cada pie, se aplica hielo en la zona durante aproximadamente 15 minutos.
Es recomendable usar calzado adecuado al momento de caminar, trotar o correr para disminuir el riesgo de sufrir lesiones. | Foto: derechos de autor no

Opciones de tratamiento

MedlinePlus recomienda acudir a un doctor para que recete medicamentos que ayuden a reducir el dolor y la inflamación. Así mismo, sugiere realizar ejercicios de estiramiento de talón y del pie.

Otra opción consiste en utilizar férulas mientras se duerme con la finalidad de estirar el pie. También es recomendable tomar un descanso prolongado, al menos, una vez a la semana.

Como prevención y tratamiento, es pertinente utilizar calzado con buen soporte y amortiguación, especialmente si se es una persona activa.