La fiebre es el aumento temporal en la temperatura del cuerpo en respuesta a alguna enfermedad o padecimiento, de acuerdo con Medline Plus, web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

La biblioteca también explicó que muchos bebés y niños presentan fiebre alta con enfermedades virales menores y aunque la fiebre sea para los adultos un signo de que se podría estar presentando una batalla en el cuerpo, dicha fiebre está luchando a favor de la persona y no en su contra.

Además, los niños pueden tener una fiebre baja durante 1 o 2 días después de algunas vacunas.

Asimismo, un niño tiene fiebre cuando su temperatura está en o por encima de estos niveles:

  • 38°C medida en las nalgas (rectal).
  • 37.5°C medida en la boca (oral).
  • 37.2°C medida bajo el brazo (axilar).

En relación con las convulsiones febriles, se indica que ocurren en algunos niños. La mayoría de ellas termina rápidamente y no significa que el niño tenga epilepsia. Según la biblioteca, estas tampoco causan ningún daño permanente.

¿Qué temperatura corporal se considera fiebre? | Foto: Guido Mieth

Por tal razón, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló que existen algunos métodos naturales de bajar la fiebre, por ejemplo:

  • Retirar el exceso de ropa del menor.
  • Bañar al bebé o al niño con agua tibia.
  • Colocar toallas mojadas con agua fría en la frente, nuca, axilas y en la ingle.

Sin embargo, si en 30 minutos la temperatura no baja, lo ideal es acudir a un médico; la biblioteca recomendó hacerlo cuando:

  • Tiene 3 meses de edad o menos y tiene una temperatura rectal de 38°C o superior.
  • Tiene de 3 a 12 meses de edad y una fiebre de 39°C o superior.
  • Tiene 2 años o menos y tiene una fiebre que dura más de 24 a 48 horas.
  • Es mayor y tiene una fiebre durante más de 48 a 72 horas.
  • Tiene una fiebre de 40.5°C o superior, a menos que baje rápidamente con tratamiento y la persona esté cómoda.
  • Tiene otros síntomas que sugieren una enfermedad que posiblemente necesite tratamiento, como dolor de garganta, de oídos o tos.
  • Ha tenido fiebres de manera intermitente hasta por una semana o más, aun cuando no sean muy altas.
  • Tiene una enfermedad seria, como un problema cardíaco, anemia drepanocítica, diabetes o fibrosis quística.
  • Recientemente le aplicaron una vacuna.
  • Tiene un nuevo sarpullido o hematomas.
  • Tiene dolor al orinar.
  • Ha viajado recientemente a otro país.

Sobre la misma línea, si el bebé o niño tiene fiebre y presenta algunos de estos síntomas, hay que acudir a urgencias rápidamente:

  • Está llorando y no puede tranquilizarse (niños).
  • No se puede despertar fácilmente o no despierta.
  • Parece confundido.
  • No puede caminar.
  • Tiene dificultad para respirar, incluso después de que la nariz está despejada.
  • Tiene las uñas, la lengua o los labios morados.
  • Tiene rigidez de nuca.
  • Se niega a mover un brazo o pierna (niños).
  • Tiene una convulsión.

“Todos los niños tienen fiebre de tanto en tanto y, en la mayoría de los casos, vuelven completamente a la normalidad al cabo de pocos días. Para los bebés mayores y los niños, la forma en que se comportan puede ser más importante que la cifra del termómetro. Todo el mundo está un poco más irritable o cascarrabias cuando tiene fiebre. Es normal y algo esperable”, explicó el portal de salud KidsHealth.