La composición de la flora intestinal al parecer es influenciada en gran medida por la dieta alimentaria que lleve una persona. De hecho, se han relacionado distintas dificultades de salud como la obesidad, el asma, enfermedades del hígado, resistencia a la insulina y problemas de tipo inflamatorio, entre otras, en quienes no cuentan con una buena diversidad en su microbiota intestinal, como también se denomina a la flora intestinal.
Existen varias causas que pueden ocasionar problemas en la flora intestinal, como una alimentación en la que escasee la fibra o se haga un abuso del consumo de carnes, grasas y azúcares. Además de esto, también hay causas externas como el estrés, el consumo de alcohol y tabaco y el sedentarismo, que pueden repercutir en el equilibrio interno de la flora intestinal.
Son varios los estudios que señalan que una alimentación alta en grasas puede causar un desbalance del equilibrio microbiano de la flora intestinal, lo que hace que se pierda permeabilidad intestinal, es decir la capacidad que tienen las membranas del intestino de permitir el paso de los nutrientes que se obtienen de los alimentos. Cuando eso ocurre se activan las células inmunitarias, que hace que ocurra la inflamación.
El yogur, que se obtiene por fermentación de la leche, contiene una serie de bacterias probióticas, que según un estudio de la facultad de medicina de la Universidad de Yale, de Estados Unidos, pueden modificar el ambiente intestinal, y ayudar a mejorar la permeabilidad, además de disminuir las enzimas producidas por las bacterias del intestino, que pueden resultar dañinas.
Según un artículo de la Universidad de Harvard, el yogur aporta al organismo proteínas, calcio, magnesio, vitamina B12 y algunos ácidos grasos, que son esenciales para una buena salud.
Entre los múltiples beneficios que se le atribuyen a este alimento, se dice que ayuda a mantener el peso de las personas, evitando la obesidad. Esto se explica, porque gracias a las proteínas que contiene, consumir regularmente yogur da la sensación de llenura y evita que la persona esté buscando saciar el hambre con otros alimentos menos saludables.
Además de esto, según explican los expertos, los probióticos que contiene el yogur, que no son otra cosa que microorganismos muy parecidos a los que hay en el intestino humano, podrían ayudar a aliviar síntomas de problemas digestivos como el síndrome de colón irritable y en algunos casos la diarrea.
Entre otras cualidades, se le atribuyen además a este alimento que con facilidad puede ser integrado a recetas dulces o saladas, o simplemente consumido sin ningún acompañante, no solo que mejora la digestión, sino que también fortifica la estructura ósea del cuerpo, es bueno para mantener el sistema nervioso equilibrado y reduce el colesterol.
A pesar de que existe una amplia oferta de este tipo de alimento en el mercado, es indispensable prestar atención a ciertas características para elegir la opción adecuada, de acuerdo a las necesidades de quien lo consume, como lo señalan los expertos de Harvard.
Ellos recomiendan optar por yogures naturales, pues estos no contienen azúcar agregada. Además, es importante fijarse en el contenido de proteína de un yogur, puede ser la guía para saber que tanto servirá para responder al hambre y evitar el sobrepeso.
Se sugiere buscar que sea agradable a su gusto, para eso en la variedad está el placer y hay varias opciones para elegir, desde yogures orgánicos, naturales y el griego que es otro que en los últimos años ha ganado gran popularidad. Estas clases de yogur, responden además a la máxima de optar por los que menos ingredientes adicionales contengan, es decir si vienen con frutas u otros alimentos en su preparación.