La flora intestinal o la microbiota que vive dentro del intestino es también denominada por algunos expertos como el segundo cerebro. Estas bacterias son indispensables para el organismo, puesto que colaboran durante la digestión en la descomposición de los alimentos y además regulan una serie de procesos hormonales, digestivos e incluso protegen el sistema nervioso central.
Estas bacterias se alimentan en la misma medida en que el cuerpo absorbe los nutrientes que necesita. En el aparato digestivo puede haber hasta 2.000 especies de bacterias distintas, la mayoría de ellas seguras e incluso necesarias para combatir las otras 100 especies de bacterias que sí podrían ser peligrosas. Por esta razón, es importante mantener una flora intestinal equilibrada, pues juega papel es clave para el sistema inmunitario y también para la salud mental.
Según el portal especializado Cinfasalud, estos microorganismos cumplen funciones de tres tipos: nutricional, que favorece la síntesis de compuestos como las vitaminas, entre ellas la K y las del grupo B, que facilitan la absorción de calcio y hierro en el colon, y favorecen el movimiento intestinal.
Síntomas que indican una flora intestinal dañada
A pesar de que es difícil saber cuándo hay algo que está fallando en la flora intestinal, es importante señalar que existen una serie de síntomas que podrían indicar que está dañada o alterada, como náuseas, pesadez, flatulencias, dolores en la zona abdominal (tanto generalizados como en sitios puntuales), periodos alternados de estreñimiento o diarrea, incluso algunas enfermedades alérgicas o autoinmunes.
A esto se suma un color blanco en la lengua, estreñimiento, diarreas frecuentes, hinchazón abdominal, intolerancias alimentarias, síndrome de colon irritable, dolor en las articulaciones, incremento de las infecciones, olor desagradable en las heces, problemas digestivos e intestinales y dolor abdominal, cólicos y molestias intestinales, según información del portal Mejor con Salud.
Cinfasalud indica que la flora intestinal se puede alterar debido a diversos factores, entre ellos, una alimentación inadecuada. Una dieta pobre en fibra y un exceso de carnes, grasas y azucares pueden afectarla negativamente.
Cómo recuperar la flora intestinal
Los alimentos son clave en este proceso, pues cuentan con vitaminas y minerales que ayudan a tener más energía, una mejor circulación sanguínea, proporcionan fortaleza al sistema óseo y fortalecen el sistema inmune evitando infecciones.
Todos los productos que contienen vitaminas A,B,C, D y E favorecen el crecimiento y la actividad de las células inmunológicas y producen anticuerpos
De acuerdo con los análisis de especialistas de la Universidad de Harvard, estos son algunos de los aspectos clave que deben tenerse en cuenta si de lograr un sistema inmune fuerte se trata: seguir una dieta rica en frutas y verduras, no consumir alcohol, hacer ejercicio, descansar bien, no subir de peso y minimizar el estrés.
En el listado de alimentos también se encuentran las legumbres, que son una excelente opción para fortalecer el sistema inmune, ya que pertenecen al grupo de los prebióticos, indispensables por su aporte de fibra y oligosacáridos -que sirven de sustento a las colonias de organismos vivos que llegan a alojarse en el cuerpo-.
Otras maneras de consumir prebióticos son mediante el ajo, cebollas, puerros, espárragos, alcachofas, hojas de diente de león y plátanos.
Las algas también son, según los expertos, altamente recomendables por la gran cantidad de micronutrientes que contienen. Se les agrupa entre los alimentos hipocalóricos, porque su componente mayoritario es el agua.