El cerebro es importante para el funcionamiento del cuerpo humano, pues es considerado como el centro de control. “Controla los pensamientos, la memoria, el habla y los movimientos. Regula la función de muchos órganos. Cuando el cerebro está sano, funciona de forma rápida y automática. Sin embargo, cuando ocurren problemas, los resultados pueden ser devastadores”, explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca
Para mantener un cerebro sano se debe tener un estilo de vida saludable. Aunque hay algunas enfermedades cerebrales que son genéticas hay otras en las que se desconoce su causa. La inflamación del cerebro es una de las afecciones que puede afectar las funciones cerebrales y causar pérdida de la vista, debilidad y/o parálisis.
El portal web Cuídate Plus destaca que la Sociedad Española de Neurología brinda algunos consejos para mantener un cerebro sano y contribuir a la prevención de enfermedades neurológicas:
- En caso de tener hipertensión, es importante seguir el tratamiento médico recetado, pues es el principal factor de riesgo de enfermedades cerebrovasculares.
- Mantener y potenciar los vínculos sociales y las relaciones afectivas. Evitar el aislamiento social y el estrés.
- Proteger el cerebro de agresiones físicas como prevención a posibles accidentes en transporte, utilizando cinturón de seguridad o casco.
- Realizar actividad física para mantenerse activo.
- Hacer actividades que estimulen la actividad cerebral como leer, memorizar números, jugar juegos de mesa, aprender un nuevo idioma, etc.
Alimentación saludable para el cerebro
Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación y la educación, aconseja el consumo de refrigerios saludables para la salud cerebral. Es importante evitar el consumo de alimentos procesados o envasados. En reemplazo a ellos, se puede comer nueces, pues se caracterizan por ser ricas en vitamina E, la cual ayuda a la protección del cerebro. La entidad de salud recomienda comer un puñado de nueces mínimo cinco veces a la semana.
Otro de los consejos importantes para cuidar la salud cerebral y retrasar el deterioro cognitivo es comer verduras. Los estudios muestran que las hojas verdes como el repollo, la lechuga y la espinaca disminuyen el riesgo de sufrir demencia o deterioro cognitivo.
“Las hojas verdes están repletas de nutrientes relacionadas con una mejor salud cerebral como el folato, la vitamina E, los carotenoides y los flavonoides. Y se ha demostrado que una porción al día retarda el envejecimiento cerebral”, indica Mayo Clinic.
Por último, los expertos de esta entidad hacen énfasis en el consumo moderado de carne para beneficiar a la salud cerebral. En caso de no comerla, se puede reemplazar por frijoles, lentejas y soya.
Accidente cerebrovascular
Un accidente cerebrovascular, también conocido como ataque cerebral, ocurre cuando el flujo de sangre a una parte se detiene. Cuando esto sucede, el cerebro no recibe oxígeno y las células pueden morir. De acuerdo con Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, “Un accidente cerebrovascular se presenta cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe, causando un sangrado dentro de la cabeza”.
Existen diferentes factores de riesgo que incrementan la probabilidad de sufrir de un accidente cerebrovascular. La edad, la raza y el sexo son algunos de ellos. Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explica que los afroamericanos, los hombres (más que las mujeres) y las personas mayores de 55 años tienen mayores probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular. En el caso de las mujeres, sufren de esta enfermedad cuando son mayores y cuando la padecen, tienen más riesgo de morir que los hombres.
- Presión arterial alta.
- Colesterol alto.
- Aumento de edad, en especial de los 55 años en adelante.
- Diabetes.
- Obesidad
- Familiares que hayan padecido accidentes cerebrovasculares.
- Personas que padecen enfermedades cardíacas.
- Durante el embarazo, las mujeres tienen mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
- Tener frecuencia cardíaca irregular.
- Fumar cigarrillo o estar expuesto al humo del cigarrillo.
- Padecer enfermedad cardiovascular.
- Uso de píldoras anticonceptivas o terapias hormonales que incluyan estrógenos.