Michel Faro do Prado es un brasileño de 44 años que decidió cambiar su aspecto físico para parecerse a la figura bíblica del diablo.

El hombre lleva más de 25 años practicándose intervenciones quirúrgicas para parecerse al llamado Belcebú, y en su país natal es conocido como ‘diablo paulista’ o ‘satán humano’.

Recientemente, Faro Do Prado decidió quitarse el dedo anular con el objetivo de que su mano se parezca a una pata de una bestia, como podría tener el diablo.

De acuerdo con el diario The New York Post, el brasileño se realizó el procedimiento y lo hizo público a través de sus redes sociales con una imagen de su padre sosteniendo el dedo recién cortado de su mano.

Michel Faro do Prado se dedica a ser tatuador, y desde hace 25 años inició su proceso de transformación.

Dentro de las transformaciones que se ha realizado está tatuarse el rostro completamente de negro, se incrustó cuatro cuernos en su cabeza y frente, tiene colmillos plateados, las orejas y la nariz cortadas de tal manera que se vean más puntiagudas, tatuajes dentro de sus ojos, entro otras.

En una entrevista para The New York Post, Faro do Prado afirmó que estas cirugías no son tan dolorosas como parecen. “En realidad tengo una buena resistencia al dolor, no creo que nada sea tan doloroso, sufro mucho más en los posoperatorios, que en ese momento”, dijo.

El ‘satán humano’, como se hace llamar, encontró el amor en una compañera tatuadora que lo comprende y lo apoya en sus cirugías. Su nombre es Carol, y también se ha sometido a varias intervenciones físicas.

Por ahora se desconoce cuál es la siguiente intervención quirúrgica a la que se someterá este brasileño para parecerse cada vez más al diablo.

El diablo colombiano

La historia de Michel Faro Do Prado no es la única que se conoce en el mundo de personas que han realizado cambios extremos en sus cuerpos para asemejarse al diablo.

En Colombia, Caim Mortis es conocido como ‘el diablo colombiano’, y se ha realizado varias intervenciones quirúrgicas, como incrustaciones de cuernos y tatuajes en todo su cuerpo.

Sin embargo, Caim Mortis ha dicho en varias oportunidades que sus transformaciones no tienen nada que ver con parecerse a Satán, como muchos piensan, sino que él se declara un ‘híbrido’ entre animales y humanos.

Mortis tiene implantes de silicona debajo de sus pómulos, en los brazos y en la frente. Dice que sus “cuernos” se asemejan a los de los animales como los venados, que la modificación en su nariz busca parecerse a la de un felino, y que sus ojos completamente negros quieren igualar a los de los caballos.

Igualmente, tiene la lengua bífida como la de las serpientes, dientes afilados, y una reducción y modificación de sus orejas.

En una entrevista que dio a la agencia EFE hace unos años, aseguró que todas estas modificaciones son irreversibles y que pensó mucho antes de tomar la decisión de hacerlo, sin embargo, aseguró que no se arrepiente de nada porque forman parte de su “estética corporal”.

Además de las cirugías, tiene 32 perforaciones en su cara y tatuajes en todo su cuerpo, incluidos sus ojos.

Según afirmó durante esa entrevista, el tatuaje dentro de sus ojos es un procedimiento nuevo y puede existir el riesgo de que pierda la visión en unos años, tema que no le preocupa.

Adicionalmente, de acuerdo con la agencia, la división de su lengua tampoco le permite sentir los sabores dulces o salados, pero Mortis aseguró que esto es a lo que una persona se enfrenta al realizar este tipo de transformaciones.

Su pasión por los animales no solo las manifiesta en su cuerpo, sino también en su relación con ellos, ya que constantemente los protege y realiza conciertos para recolectar fondos en su defensa.