La presión arterial alta o hipertensión es una enfermedad común que afecta las arterias del cuerpo, es decir, la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias es constantemente muy alta y el corazón debe trabajar más para bombear sangre, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que estima que en el mundo hay 1.280 millones de adultos de 30 a 79 años con hipertensión y que la mayoría de ellos (cerca de dos tercios) vive en países de ingresos bajos y medianos.

La única manera de detectar la hipertensión es recurrir a un profesional de la salud para que mida la tensión arterial. | Foto: Libre de derechos

Asimismo, indicó que, según los cálculos, el 46% de los adultos hipertensos desconoce que padece esta afección.

  • Una presión arterial normal es menor a 120/80 mm Hg la mayoría de las veces.
  • Una presión arterial alta (hipertensión) es mayor a 130/80 mm Hg la mayoría de las veces.
  • Si el número superior de la presión arterial está entre 120 y 130 mm Hg y el número inferior es menor a 80 mm Hg, se denomina presión arterial elevada.

De hecho, explicó que el riesgo de hipertensión puede aumentar en estos casos:

  • Edad avanzada
  • Causas genéticas
  • Sobrepeso u obesidad
  • Falta de actividad física
  • Comer con mucha sal

No obstante, Mayo Clinic explicó que la mayoría de las personas con presión arterial alta no tienen signos ni síntomas, incluso si las lecturas de presión arterial alcanzan niveles peligrosamente elevados.

Ahora bien, algunas personas con presión arterial alta pueden tener dolor de cabeza, dificultad para respirar o sangrado nasal, pero estos signos y síntomas no son específicos y, por lo general, no se presentan hasta que dicho trastorno alcanza una etapa grave o potencialmente fatal.

Las personas son más propensas a tener la presión arterial alta a medida que envejecen. | Foto: Getty Images

Por ello, si tras exámenes médicos se diagnosticó hipertensión, es importante señalar que hay cambios de hábitos que pueden ayudar a las personas con hipertensión a reducir su tensión arterial, como el consumo de frutas.

El portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló que la uva es ideal, especialmente la roja, porque “es rica en resveratrol, taninos y flavonoides, que son compuestos bioactivos con acción antioxidante e antiinflamatoria, que mejoran las funciones y ayudan a relajar los vasos sanguíneos, facilitando la circulación de la sangre y bajando la presión alta”.

Respecto al consumo, puntualizó: “se pueden ingerir hasta diez uvas con piel por día en su forma natural, pero esta fruta puede ser adicionada en preparaciones como jugos naturales, yogures, ensaladas y salsas”.

No obstante, hay que destacar que “la uva es una fruta con un índice glucémico medio y, por eso, debe ser consumida con moderación por diabéticos. Las personas con problemas renales solo deben consumir la uva bajo orientación médica o por un nutricionista, pues esta fruta tiene buenas cantidades de potasio”.

Información nutricional por 100 gramos de uva

  • Energía: 83 kcals
  • Carbohidratos: 18,6 g
  • Proteínas: 0,3 g
  • Grasas: 0,5 g
  • Fibra: 0,9 g
  • Vitamina B1: 0,03 mg
  • Vitamina B2: 0,02 mg
  • Vitamina B3: 0,2 mg
  • Vitamina B6: 0,09 mg
  • Vitamina C: 1 mg
  • Vitamina B9: 2 mcg
  • Fósforo: 23 mg
  • Potasio: 220 mg
  • Calcio: 10 mg
  • Magnesio: 8 mg
  • Hierro: 0,3 mg
  • Vitamina A: 15 mcg
Las uvas son populares para preparar vino, pero tienen un alto nivel nutritivo para hacer parte de una dieta saludable. | Foto: Foto: Getty Images.

De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.

Las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.