Hay órganos en el cuerpo indispensables, pero muchas personas no saben cómo cuidarlos y protegerlos para mantenerlos en buen estado. Tal es el caso de los riñones, que son los encargados de desintoxicar y filtrar las toxinas de la sangre, además de ayudar para que finalmente todos los desechos sean eliminados de manera correcta por la orina.
La repetición de malos hábitos inconscientes, en ocasiones pueden llegar a traer consecuencias nefastas. Por ello se hace tan importante conocer maneras fáciles de cómo depurarlos, limpiarlos y eliminar todos esos líquidos que pueden quedarse retenidos.
A continuación, habrá una lista de cuatro frutas, además de otras recomendaciones que podrán hacerse para encontrar un alivio si se padece esta retención en el cuerpo.
La primera fruta es el Coco, en específico su agua que ayuda al incremento de la producción de orina y beneficia al organismo, para que este reponga los electrolitos.
Por otra parte, impulsa que haya una eliminación de las toxinas retenidas y disminuye el riesgo de insuficiencia renal e infecciones.
Sandía: al ser una fruta rica en agua, esta tiene sustancias antioxidantes que permiten la tonificación de los riñones y apoyan su función. Además, contiene vitaminas A y C, junto a minerales como el hierro, el potasio y el magnesio.
Los arándanos pueden llegar a cumplir una función en especial, pero que es bastante importante: eliminar las toxinas que se retienen en los riñones.
Finalmente, las uvas cierran este listado porque tienen poderosos antioxidantes que permiten la recuperación celular.
Otras recomendaciones para evitar la retención de líquidos
1. Evitar el exceso de sal: la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir menos de cinco gramos de sal por día. Además, toda la sal que se consume debería ser yodada, es decir, enriquecida con yodo.
2. Tomar magnesio: el magnesio se encuentra naturalmente presente en los alimentos y se agrega a ciertos alimentos fortificados como legumbres, nueces, semillas, cereales integrales, hortalizas de hojas verdes (como la espinaca), leche, yogur y algunos productos lácteos.
3. Dietas ricas en proteína: la proteína promueve la retención de líquidos, pero es importante no excederse.
4. Agregar a la alimentación plantas: la ortiga, el diente de león, o los rabos de cereza, pues son diuréticas y antioxidantes.
5. Drenaje linfático: es un tipo de masaje, suave y ligero, que se aplica sobre el sistema circulatorio y cuyo objetivo es movilizar los líquidos del organismo, de acuerdo con el Grupo Sanitas de España.
6. Elevar los pies: cuando se esté sentado o recostado, se recomienda poner la zona afectada en alto.
7. No automedicarse: cuando la retención de líquidos no se trata a tiempo, puede implicar otros problemas como que la zona inflamada tienda a doler y dificultad para caminar. En la piel puede percibirse tirantez, irritabilidad y picazón, lo que causa mayor riesgo de una infección y puede acarrear también problemas de circulación, entre otras dificultades.
Sobre la misma línea, la fundación argentina Mundo Sano explicó que existen cuatro tés que pueden ayudar con la afección.
- Té verde: tiene una gran cantidad de polifenoles y vitaminas C, A y B, además de minerales como el zinc, selenio y magnesio.
- Té de Jamaica: tiene alto porcentaje en vitamina C, antioxidantes, minerales omega, flavonoides, vitamina A, fenoles y antocianinas y fibra.
- Té de perejil: solo dos cucharadas de perejil aportan el 2 % de calcio, hierro y ácido fólico que necesita el organismo a diario, el 12 % de vitamina A, el 16 % de vitamina C y más del 150 % de vitamina K, según reseña el diario español AS.