Las vitaminas son nutrientes esenciales para el organismo previniendo enfermedades. Como tal, existen diversos tipos de vitaminas y lo primero que debe saber es que existen dos tipos de vitaminas según su solubilidad: las vitaminas hidrosolubles que son aquellas que se disuelven en agua y las vitaminas liposolubles que se disuelven en grasas y aceites.

De acuerdo con el portal web Vivir Bien Colmédica “las vitaminas son moléculas orgánicas imprescindibles para los seres vivos en forma de micronutrientes. Al ingerirlos en la dieta de forma equilibrada y en dosis esenciales, promueven el correcto funcionamiento fisiológico y del metabolismo”.

Cabe mencionar que las vitaminas se pueden consumir por medio de suplementos o también se pueden encontrar en algunos alimentos. De hecho, el portal web El Diario Ony, destaca que los frutos rojos en general benefician la circulación sanguínea y la salud cardiovascular. Incluso, existe evidencia científica de los altos niveles de antioxidantes, entre los que destacan los antocianósidos y los flavonoides de los frutos rojos como: las moras, las fresas, las frambuesas, los fresones, los arándanos, las cerezas y las grosellas.

Las frutas son clave para mejorar la circulación sanguínea. | Foto: © 2012 Creative Crop/Getty Images

Este tipo frutos contienen un aporte elevado de vitaminas y fibra, al igual que el resto de frutas y verduras. Asimismo, “otros estudios han demostrado algunos aspectos de estos frutos rojos para la salud por contener micronutrientes como vitaminas, minerales, flavonoides y fotoquímicos, cuya función antioxidante resulta milagrosa en nuestra salud”.

Adicional a ello, los frutos rojos favorecen la circulación de la sangre gracias a los flavonoides, que son un grupo de compuestos de metabolismo de los vegetales. “La función venotónica, que consiste en proteger las paredes vasculares, por un lado, disminuyendo la permeabilidad de los vasos sanguíneos y por otro lado aumentando la resistencia de los capilares”.

Por otra parte, su efecto antioxidante combate los radicales libre y protege al sistema circulatorio por la “capacidad de inhibir procesos enzimáticos relacionados con el sistema vascular”. Del mismo modo, otro de los beneficios de los frutos rojos es el efecto preventivo en enfermedades crónicas, esto se debe a su contenido de polifenoles que al ser consumidos ejercen un efecto protector sobre múltiples enfermedades crónicas por sus propiedades antioxidante.

Una buena circulación es determinante para cuidar la salud del corazón. | Foto: Getty Images

Arándanos, buenos para ayudar a fluir la sangre

Los flavonoides que contienen estos frutos y que son poderosos antioxidantes con características antiinflamatorias actúan como vasoprotectores de los capilares y venas, ya que aumentan la resistencia de sus paredes y controlan su permeabilidad, precisa el centro médico especializado en várices Varicentro, en su página web.

De acuerdo con la citada fuente, los frutos rojos, incluidos los arándanos, tienen propiedades antitrombóticas, ya que previenen la agregación plaquetaria y evitan la oxidación del colesterol LDL, conocido como malo, favoreciendo la circulación de la sangre y evitando que se formen coágulos. Específicamente los arándanos ofrecen una acción antiinflamatoria y vasoconstrictora que contribuye a mantener las arterias en buen estado.

Los flavonoides que contienen estos frutos y que son poderosos antioxidantes con características antiinflamatorias actúan como vasoprotectores de los capilares y venas. | Foto: Getty Images

En esta línea, el portal de salud Tua Saúde indica que estos pequeños frutos también tienen bondades antihipertensivas que actúan mejorando la función del endotelio, células que recubren la superficie interior de los vasos sanguíneos, ayudando así a regular el flujo sanguíneo y a controlar la presión arterial, además de prevenir el desarrollo de la hipertensión.

Además de los compuestos antioxidantes, los arándanos son ricos en fibra, la que contribuye a reducir el colesterol elevado y los triglicéridos en la sangre, disminuyendo el riesgo de que se formen placas en las arterias y evitando el desarrollo de enfermedades cardiovasculares como infarto de miocardio.

Por otro lado, los arándanos mejoran la función cognitiva, aumentando la capacidad de la memoria y retrasando el envejecimiento mental, además de ayudar a prevenir el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, como la demencia senil o alzhéimer.