Luego de que en las últimas semanas circulara información de varios estudios que apuntaban a que, supuestamente, la nicotina podría ser un factor protector contra el coronavirus, este lunes la OMS desmintió esa información. La Organización Mundial de la Salud advirtió en un comunicado que, de hecho, los fumadores corren un mayor riesgo de sufrir síntomas graves e incluso de morir por covid-19, pues el consumo de tabaco es un "factor de riesgo conocido" para muchas infecciones respiratorias y aumenta la gravedad de las enfermedades respiratorias.
La organización explicó que, tras evaluar estudios realizados por expertos en salud pública convocados el pasado 29 de abril, determinó que las personas fumadoras tienen más probabilidades de desarrollar enfermedades graves con covid-19, en comparación con los no fumadores. "La covid-19 es una enfermedad infecciosa que ataca principalmente los pulmones. Fumar afecta la función pulmonar, lo que dificulta al cuerpo la lucha contra los coronavirus y otras enfermedades. El tabaco también es un factor de riesgo importante para las enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias y la diabetes, que ponen a las personas con estas condiciones en un mayor riesgo de desarrollar enfermedades graves cuando se ven afectadas por covid-19. Las investigaciones disponibles sugieren que los fumadores corren un mayor riesgo de desarrollar enfermedades graves y de morir", resume la OMS. Con estos resultados, esa organización internacional insta a investigadores, científicos y medios de comunicación a que sean "cautelosos" a la hora de reproducir afirmaciones no comprobadas de que el tabaco o la nicotina podrían reducir el riesgo de covid-19. "En la actualidad no hay información suficiente para confirmar ningún vínculo entre el tabaco o la nicotina en la prevención o el tratamiento de covid-19", insiste. Así, la OMS recomienda que los fumadores tomen "medidas inmediatas" para dejar de fumar, utilizando métodos de eficacia probada, como líneas telefónicas gratuitas para dejar de fumar o terapias de sustitución de la nicotina.
El tabaco mata a más de ocho millones de personas en todo el mundo cada año. Más de siete millones de esas muertes se deben al consumo directo de tabaco y alrededor de 1,2 millones se deben a la exposición de los no fumadores al humo. A los 20 minutos de haberlo dejado, el ritmo cardiaco y la presión arterial bajan, y después de 12 horas, el nivel de monóxido de carbono en el torrente sanguíneo desciende a la normalidad. Entre la 2 a 12 semanas la circulación mejora y la función pulmonar aumenta. Después de entre uno y nueve meses, la tos y la dificultad para respirar disminuyen. Con información de Europa Press.