De acuerdo con Taylor Hays, M.D., experto de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, fumar es un factor que puede incrementar el proceso de envejecimiento natural de la piel, contribuyendo a la formación de las famosas “patas de gallo”, líneas de expresión y un tono de piel grisáceo.

Asimismo, esta práctica puede contribuir a que se formen surcos profundos, arrugas alrededor de la boca y labios más finos.

Según explica el experto la nicotina, sustancia que contienen los cigarrillos, hace que los vasos sanguíneos se achiquen, reduciendo el flujo de oxigeno y los nutrientes que van a las células de la piel. “Cuantos más cigarrillos fumes y cuanto más tiempo fumes, más probabilidades tendrás de desarrollar arrugas y otros cambios relacionados con el envejecimiento en el rostro”.

Sobre esa misma línea, el calor y el humo no inhalado (de segunda mano) también puede contribuir a la salud de la piel, secándola y dañando su superficie.

Se debe tener en cuenta que la exposición solar es otro de los factores que influye en la aparición prematura de las arrugas.

El otro factor principal que se puede controlar y que causa daño a la piel es la exposición al sol. Este factor puede causar que la piel tenga una menor capacidad para reparar heridas como cortes y raspaduras.

Es importante dejar de fumar, para evitar el daño causado por el tabaquismo. “si deja de fumar ahora, dejará de acelerar el problema y podrá evitar que el daño sea peor”, explica el experto de Mayo Clinic.

Además de causar daños en la piel, fumar tiene efectos negativos en los pulmones. “: Fumar es dañino para la salud. Daña a casi todos los órganos del cuerpo. Fumar cigarrillos causa casi una de cada cinco muertes en los Estados Unidos. También puede causar muchos otros tipos de cáncer y problemas de salud”, señalan los expertos de Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

El humo de segunda mano, que es el inhalado por personas no fumadoras, también trae riesgos para la salud del organismo. Dentro de los problemas de salud están enfermedades del corazón y cáncer de pulmón.

Cáncer de pulmón

Según explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el cáncer de pulmón inicia en estos órganos y puede diseminarse a los ganglios linfáticos u otros órganos del cuerpo. También puede ocurrir que otro tipo de cáncer se disemine a los pulmones, haciendo metástasis.

Sumado al número de cigarrillos que se consuman a diario, el paso de los años incrementa exponencialmente los riesgos de contraerlo. Lo que sucede en el cuerpo humano es que “las sustancias tóxicas que se producen en el humo del cigarrillo debilitan el sistema inmunitario del cuerpo, lo cual hace más difícil matar las células cancerosas. Cuando esto pasa, las células se siguen multiplicando sin que nada las detenga”, señalan los Centros para el Control y la Prevención de enfermedades. Estas sustancias ingresan por el flujo de la sangre y se transportan a todo el cuerpo. Algunas de ellas, pueden llegar a dañar el ADN, el cual se encarga de producir nuevas células, y causar una producción equivocada de células atípicas que se convierten en cáncer.

Para disminuir el riesgo de contraer el cáncer de pulmón es importante realizar cambios en el estilo de vida. Evitar fumar cigarrillo y tabaco, para no ingerir las sustancias tóxicas de estos productos.

En países como Estados Unidos, fumar cigarrillo está relacionado del 80 % al 90 % de las muertes por este tipo de cáncer. El humo de tabaco es demasiado perjudicial para la salud, debido a su contenido alto de más de 7000 sustancias químicas, de las cuales la mayoría son tóxicas para el organismo, explica los Centros para el Control y la Prevención de enfermedades.