El exceso de gases en algunas personas, también llamada flatulencia, no necesariamente es adyacente a enfermedades, pero su presencia más frecuente de lo habitual puede ser molesta. Los gases hacen parte del funcionamiento normal del organismo, así que es inevitable su existencia; sin embargo, se debe prestar atención cuando su ocurrencia es elevada.
National Institutes of Health (NIH) recomiendan consultar al médico al presentarse incomodidades por las flatulencias o cuando las mismas están acompañados de estreñimiento, dolor en el abdomen o diarrea. Otro signo de alarma para ir a un especialista abarca la interrupción de la vida cotidiana por su persistencia.
Su aparición no tiene un patrón en todo el mundo; por ejemplo, la ingesta de alimentos como la leche es una causante común, aunque no generalizado. De acuerdo con Mayo Clinic, otros detonantes están asociados con patologías como la enfermedad de Crohn (en esta se inflaman zonas del tubo digestivo) y el crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado.
Si bien los gases son normales, es importante tener en cuenta las señales de alarma. Por ejemplo, si se vuelven demasiado constantes o derivan en otros síntomas como dolores intensos, es conveniente acudir a un profesional de la salud para recibir un diagnóstico preciso y definir el tratamiento adecuado.
No obstante, la medicina alternativa también ofrece algunas opciones. El portal especializado Saber Vivir reseña algunas opciones para reducir los gases a partir de ciertos ejercicios.
El primero de ellos consiste en recostarse en un lugar cómodo, manteniendo las rodillas flexionadas y los brazos elevados al lado de la cabeza. Luego, se gira la cadera llevando las rodillas hacia un lado, se respira suavemente y se gira despacio hacia el otro lado. Para la ejecución de este ejercicio, es clave cuidar que solo se giran las piernas, de manera que el tronco y la parte alta de los hombros se mantengan estables
En el segundo ejercicio, la posición inicial implica separar los pies, apoyar las manos en las rodillas y encogerse suavemente. Al descender, inhalar; al subir, exhalar.
Finalmente, Saber Vivir recomienda un ejercicio para estirar el vientre que consiste en dar un paso hacia atrás, manteniendo los pies orientados al frente. Luego, se deben entrelazar las manos frente la cintura. En seguida, se procede a elevar los brazos por encima de la cabeza, de manera que la columna se arquee ligeramente.
El portal Salud180 destaca tres trucos para combatir este flagelo. Uno de ellos consiste en adoptar una posición fetal, en la que solo basta inclinar el cuerpo hacia adelante y procurar soportar así unos diez minutos.
A esto se debe sumar la respiración: se debe inhalar y exhalar constantemente. UnComo entrega otros detalles en esta recomendación y es recostarse hacia el lado izquierdo, dado que si se opta por el lado derecho, las molestias estomacales (como los gases) podrían estar sujetas a incrementar.
Una segunda sugerencia para ponerle ‘punto final’ a los gases persistentes es hacer masajes abdominales. En este punto la persona debe acomodarse boca arriba y comenzar a realizar movimientos circulares en el sentido de las manecillas del reloj.
Su importancia radica en que así facilitan la función intestinal y resultan en una buena alternativa cuando hay estreñimiento. Si se hace correctamente, otros beneficios relacionados son la labor del hígado y la vesícula biliar (esta almacena el líquido que ayuda en la descomposición de las grasas).
Un tercer truco que resalta Salud180 radica en los remedios caseros como la infusión de jengibre, debido a su poder antiinflamatorio y hacia una mejor funcionalidad digestiva. De esta manera, su consumo contribuye a que los flatos no vayan a quedarse ‘atrapados’
Otra preparación incluye la manzanilla como ingrediente principal por su relajamiento de los músculos intestinales. ABC de España asegura que, si se agrega el anís, su poder contra los gases es mayor (principalmente el estrellado).