Igual que la gripe, la gastroenteritis es un virus que se transmite con más facilidad de la que se cree. Basta con tocar un vaso infectado o saludar con la mano a un compañero de oficina que presente los síntomas para que el cuerpo empiece a incubar la enfermedad. Expertos como Carlos Castañeda, director del observatorio del Instituto Nacional de Salud, explican que se puede presentar en varias formas: virus, parásitos y bacterias.
Pero todos tienen algo en común. Se transmiten al entrar en contacto con la persona enferma, al ingerir agua contaminada o al no asearse correctamente luego de entrar al baño. La razón es que en la mayoría de los casos “la infección proviene de organismos que están presentes en la materia fecal”, agrega William Otero, profesor de medicina y jefe de gastroenterología de la Universidad Nacional.
Este, precisamente, es uno de los motivos por los que la gastroenteritis, también conocida como enfermedad diarreica aguda, resulta tan mortal en lugares donde hay poca salubridad y afecta en su mayoría a menores de cinco años o a mayores de 60 que suelen tener las defensas más bajas.
De acuerdo con el portal experto Mayo Clinic, la gastroenteritis ataca los intestinos y produce síntomas como:
- Diarrea acuosa.
- Dolores y calambres abdominales.
- Náuseas, vómitos o ambos.
- Dolores de cabeza y dolor muscular.
- Febrícula.
Como se mencionó, la gastroenteritis se puede contagiar, por lo que se puede contraer por ingerir alimentos o agua contaminados, o por compartir utensilios personales con alguien infectado. Sin embargo, también existen varios virus que pueden causar la enfermedad.
* Norovirus: el norovirus es una de las causas más frecuentes de enfermedades causadas por alimentos en el mundo. Este virus suele afectar tanto a niños como adultos y su propagación es rápida en personas que se encuentran en espacios reducidos.
* Rotavirus: esta es la causa más frecuente de gastroenteritis viral en niños. La infección suele ser de gravedad en bebes y niños pequeños y es posible que en adultos infectados no se produzcan síntomas.
En caso de haber contraído la enfermedad, lo mejor para aliviarse es tomar bastantes líquidos, caldo y en algunos casos acetaminofén. Sin embargo, el experto William Otero aseguró que es preciso no tomar ningún antibiótico, pues la única manera de que el virus salga del cuerpo es que este lo vaya expulsando de manera natural con el paso de los días.
Según él, recetar antibióticos es uno de los errores más frecuentes que se cometen para tratar de aliviar la enfermedad. “Los médicos lo recetan de manera compulsiva, pero es una conducta equivocada, lo único que hacen es dañar la microbiota”, explica.
Por otro lado, Carlos Castañeda coincide con Otero, pues agrega que la mejor forma de confrontarla es a través de un seguimiento médico y la restauración nutricional. También dice que existen otras formas de prevenir. Entre ellas, vacunas contra el rotavirus, que “está disponible en Programa Amplio de Vacunación (PAI) y al que tienen derecho todos los niños”.
Comer adecuadamente, no consumir alimentos en sitios donde no haya suficiente higiene, evitar alimentos recalentados, y comer todo fresco y refrigerado son otras formas de evitar contraer el virus.
Por otra parte, Castañeda destaca que en la prevención lo más importante es adquirir hábitos de buen aseo como lavarse las manos después de entrar al baño, limpiar los alimentos, entre otras cosas. Esto es fundamental pues en la mayoría de los casos, las olas de gastroenteritis que se presentan en colegios o lugares de trabajo obedecen al mal aseo.