Los glóbulos rojos son un componente determinante de la sangre, pues se encargan de transportar oxígeno a los tejidos corporales e intercambiarlo por dióxido de carbono, el cual es llevado a los pulmones que cumplen con la función de eliminarlo.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que estos se forman en la médula ósea roja de los huesos. “Las células madre de la médula ósea roja, llamadas hemocitoblastos, dan lugar a todos los elementos formados en la sangre. Si un hemocitoblasto se convierte en una célula llamada proeritroblasto, esta se convertirá luego en un nuevo glóbulo rojo”, precisa.
El número de glóbulos rojos en la sangre es uno de los componentes de una prueba llamada recuento sanguíneo completo (RSC), que se usa para determinar la presencia de afecciones como la anemia, la deshidratación, la desnutrición y la leucemia. También se llama corpúsculo rojo, eritrocito y GR, según indica el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
La sangre de una persona contiene un 45 % de glóbulos rojos, menos de 1 % de glóbulos blancos y plaquetas y un 55 % de plasma.
Dada su importancia, es clave mantener un buen nivel de glóbulos rojos en el cuerpo pues, como ya se mencionó, si esto no sucede, las personas pueden padecer de diversas afecciones de salud.
La alimentación es determinante para la producción de glóbulos rojos y por ello en la misma no deben faltar los alimentos que le aporten una serie de vitaminas el organismo, pues muchas de ellas tienen esta función específica.
Vitamina B12
Una de las que no debería faltar en la dieta es la B12. Este nutriente, al igual que los otros del complejo B, es importante para el metabolismo de proteínas, pero también contribuye en la formación de glóbulos rojos y al mantenimiento del sistema nervioso.
Esta vitamina se encuentra de manera natural en alimentos de origen animal, como pescado, carne, huevos, leche y productos lácteos. De acuerdo con los expertos, generalmente no está presente en los alimentos vegetales. Los cereales fortificados para el desayuno también la contienen. Para los vegetarianos, hay más disponibilidad de esta vitamina para el cuerpo en estos cereales.
Vitamina B9
El ácido fólico o vitamina B9 también tiene una incidencia importante en la producción de glóbulos rojos, por lo que es conveniente añadir este nutriente a la lista de alimentos que aportan en este sentido. Por ejemplo, no deberían faltar productos tales como: lentejas y fríjoles, verduras de hoja verde como las coles de bruselas, las espinacas o el brócoli, espárragos; tampoco frutas cítricas como la naranja, la toronja, el limón, las fresas o el kiwi; además de panes y cereales fortificados con ácido fólico.
Vitamina C
Este nutriente es clave para ayudarle al cuerpo a absorber el hierro, mineral que es utilizado para fabricar la hemoglobina, la proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno de los pulmones a distintas partes del cuerpo, además de la mioglobina, una proteína que suministra oxígeno a los músculos.
Todas las frutas y verduras contienen alguna cantidad de vitamina C, pero algunas de las que más aportan son las siguientes: melón, naranjas y toronjas (pomelos), kiwi, mango, papaya, fresas, frambuesas, moras y arándanos, sandía o melón, brócoli, coles de Bruselas y coliflor, pimientos rojos y verdes, espinaca, repollo, nabos verdes y otras verduras de hoja, papa, tomates y su jugo. De acuerdo con los especialistas, la mejor fuente alimenticia de vitamina C son las frutas y verduras sin cocinar o crudas.
Referencia:
Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.