El cromo ayuda a controlar el azúcar y fortalece el corazón, pues es es un oligoelemento que puede mejorar la sensibilidad a la insulina y reforzar el metabolismo de proteínas, carbohidratos y lípidos”, así lo explica el portal El Español.
Este mineral se encuentra en alimentos como el brócoli o el hígado.
El cromo se debe consumir en pequeñas proporciones, pues, “un exceso del mismo puede generar algunos inconvenientes. Entre ellos, anemia, fallo renal, niveles bajos de trombocitos en sangre, hemólisis o ruptura de glóbulos rojos y problemas hepáticos”.
Expertos comentan que este mineral promueve “la captación de insulina en las células al facilitar su transferencia a través de las membranas celulares”, pero advierte que “todavía no se comprende bien la naturaleza precisa del complejo y el mecanismo que hace posible esta función”.
El cromo lo puede encontrar en alimentos como el zumo de uva, la pechuga de pavo, el puré de papa o las judías verdes. También está en los cereales integrales, los mariscos y diferentes tipos de carne.
“Varios estudios han examinado el efecto de los suplementos de cromo en personas con diabetes tipo 2. Por ejemplo, un metaanálisis reunió los resultados de 41 estudios y descubrió que los suplementos de cromo parecen mejorar el control del azúcar en sangre en personas con diabetes tipo 2″, resaltó El Español.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria afirmó en 2010 que “en algunos alimentos que contienen más de 6 microgramos por cada 100 de producto, el cromo contribuye al metabolismo normal de los macronutrientes” y añadió que este mineral “ayuda a mantener concentraciones normales de glucosa”.
El portal El Español citó un estudio realizado por Euramic, que “evaluó a 1.408 hombres de nueve países. Casi la mitad de los participantes se inscribieron poco después de sufrir sus primeros ataques cardíacos”.
Los resultados señalaron que “en total, los hombres con los niveles más altos de cromo tenían un 41% menos de probabilidades de sufrir un ataque cardíaco que los hombres con los niveles más bajos”.
Un estudio de Harvard, realizado con 1.247 pacientes y muy similar a lo hecho Euramic, destacó que los hombres con diabetes y enfermedades coronarias tenían los niveles más bajos de cromo.
El portal AARP señala que existen dos tipos de cromo, el trivalente (Cr III) y el hexavalente (Cr VI). El primero es el que se encuentra en en organismo vivos, el cual “es necesario para mantener un buen estado de salud, y sí tiene un efecto sobre la insulina”.
El cromo se encuentra en alimentos como las habichuelas o judías verdes y la albahaca, en frutas como la uva, la naranja, el plátano y la manzana. AARP destaca que el organismo absorbe mejor el cromo al ingerir alimentos con un alto contenido de vitamina C.
Sobre el tema de los suplementos de cromo, los expertos recomiendan consulta al médico antes de tomarlo, pues este puede alterar el efecto de algunos medicamentos. Por ejemplo, “aquellos tratamientos con beta bloqueadores para controlar la tensión arterial, la insulina; los antiinflamatorios como el acetaminofén o inhibidores como el ibuprofeno, la indometacina, la aspirina y otros”.
A fines de la década de 1950 se descubrió que “la levadura de la cerveza previene la disminución relacionada con la edad en la capacidad de mantener niveles normales de azúcar en la sangre en ratas”, así lo explica el sitio web Eufic. “Se identificó un complejo de cromo orgánico como el ingrediente activo y este complejo se etiquetó como ‘Factor de tolerancia a la glucosa’”, señaló el mencionado portal.
Eufic también destacó que el cromo contribuye para bajar de peso, pues, al tener un efecto sobre el metabolismo de la glucosa y la grasa, los investigadores han evaluado sus condiciones “para promover la pérdida de peso y mejorar la composición corporal”.