La glucosa o azúcar en la sangre es una sustancia clave para mantener los mecanismos del cuerpo funcionando de manera óptima. Cuando sus niveles son adecuados no ocasiona ninguna complicación, pero si se elevan pueden causar diversas afecciones de salud.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que el azúcar alta en la sangre casi siempre ocurre en personas que padecen de diabetes. Si la glucosa se eleva es porque el cuerpo produce muy poca insulina o no responde a la señal que esta hormona le envía.
La insulina le ayuda al cuerpo a mover la glucosa desde la sangre hacia el músculo o células, donde se almacena para ser usada posteriormente en forma de energía. El portal Healthline asegura que junto con la grasa, la glucosa es una de las fuentes de combustible preferidas del cuerpo en forma de carbohidratos. Las personas la obtienen de alimentos como el pan, frutas, vegetales y productos lácteos.
La alimentación es determinante para controlar esta sustancia y por ello en la dieta diaria no deben faltar las frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras. Esto acompañado de la práctica regular de ejercicio físico.
En las muchas opciones que se tienen de cereales para incluir en la alimentación, está la avena. Se dice que este alimento ayuda a reducir el colesterol malo y favorece la pérdida de peso, debido a que es rico en avenatramida, un compuesto fenólico con acción antioxidante que combate el exceso de radicales libres en el organismo.
Además, tiene muy buenas cantidades de fibra que aumentan el volumen de las heces y estimulan los movimientos naturales del intestino. Este nutriente también ayuda a prolongar la saciedad, combatiendo el estreñimiento y promoviendo la pérdida de peso, precisa el portal de salud Tua Saúde.
Avena para bajar el azúcar
Otra de sus grandes bondades es que ayuda a regular el azúcar en la sangre. Esto se debe a su riqueza en fibras, que al consumirla reduce la velocidad de absorción del la misma, ayudando a controlarla, evitando así la resistencia a la insulina y el desarrollo de enfermedades como la diabetes.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos explican que debido a que este nutriente no se digiere ni se absorbe, no provoca un aumento repentino de azúcar en la sangre. Esto es algo que sí pasa con otro tipo de carbohidratos.
Los betagucanos (un tipo de fibra presente en este y otros cereales) son los responsables de esta acción. Esta fibra ralentiza la absorción de glucosa en el torrente sanguíneo, lo que evita los picos repentinos y que resultan muy peligrosos y se presentan especialmente después de las comidas.
Además, es un cereal que contiene avenatramida, un compuesto bioactivo con acción antioxidante y antiinflamatoria, mejorando la función de la insulina y ayudando así a controlar la glucemia en personas diabéticas.
En este sentido, el portal Cuerpo Mente indica que la avena también estimula la actividad del páncreas y por ello es recomendable para diabéticos no insulino-dependientes al contribuir a estabilizar el azúcar en la sangre.
Más beneficios
Otro de sus beneficios es que la avena es rica en zinc, un mineral con potente acción antioxidante y antiinflamatoria, que es importante para el desarrollo y mantenimiento de las células del sistema inmunológico, participando en la cicatrización de las heridas y ayudando a la recuperación de gripas y resfriados.
Debido a su riqueza en antioxidantes este alimento aumenta la producción de óxido nítrico en el organismo, una sustancia que ayuda a relajar los vasos sanguíneos, facilitando la circulación de la sangre y reduciendo el riesgo de que la presión arterial se eleve.