El mantener durante un tiempo considerable malos hábitos alimenticios, en los que se exceda el consumo de productos cargados de azúcares y grasas dañinas, ocasiona que el organismo reaccione de forma negativa y se eleve la glucosa en la sangre.
Aunque la glucosa es importante porque aporta energía, es mejor consumirla de manera moderada, ya que los niveles de azúcar no son saludables y pueden generar efectos permanentes y graves en la salud de las personas.
El páncreas es partícipe de este proceso, pues produce una hormona llamada insulina, la cual actúa como una llave que permite que el azúcar en la sangre entre a las células del cuerpo para que estas lo usen como la propia energía.
La glucosa puede ser medida en la sangre y, para aquellos que padecen enfermedades derivadas del azúcar, es importante tomarla frecuentemente. De acuerdo con el Grupo Sanitas de España, lo recomendable es que la glucemia se mida al levantarse y antes del desayuno.
Por la mañana, en ayunas, estos niveles son más bajos, se elevan después de cada comida (glucemia pospandrial) y vuelven a descender dos horas después, explican especialistas.
Actualmente, existen diferentes alternativas para bajar los niveles de azúcar o glucosa en la sangre. Lo más importante es hacer actividad física diaria y llevar una dieta balanceada con alimentos en los que sea posible medir el índice glucémico (IG).
Asimismo, el uso de hierbas medicinales ha resultado como un gran aliado para bajar los niveles de glucosa en la sangre. Una de ellas es la salvia, que “posee efecto hipoglucemiante, ayudando a disminuir el azúcar en la sangre y favoreciendo el control de la diabetes e inclusive la regulación del azúcar en la prediabetes”, de acuerdo con el portal portugués Tua Saúde.
Así se puede preparar la infusión de esta hierba: “Colocar dos cucharadas de hojas secas de salvia en 250 ml de agua hirviendo y dejar reposar durante diez minutos. Tomar hasta dos veces al día”. Es de suma importancia que antes de consumirla un profesional de la salud la autorice.
Hábitos que ayudan a regular los nieves de azúcar
- Realizar actividad física: las nuevas directrices de la OMS recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad.
- Tener una dieta saludable: esta debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, menos del 10 % de la ingesta calórica total de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria procedente de grasas y menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
- Tener en cuenta que algunos alimentos que suben la insulina en la sangre son: chocolates, caramelos, mermeladas, miel, helados, gaseosas, alcohol, galletas dulces, comida rápida, harina de trigo refinada, cereales azucarados, entre otros.
- Conseguir y mantener un peso corporal saludable: para saber si una persona está en un peso saludable, existen algunos métodos confiables. Uno es la determinación del Índice de masa corporal (IMC), que describe la relación entre peso y estatura y para calcular el IMC se necesita conocer el peso y la estatura y se aplica una sencilla fórmula matemática que consiste en dividir el peso entre la estatura al cuadrado: IMC = Peso (Kg) / Estatura al cuadrado (Mt).
Ejemplo: una persona pesa 64 Kg y mide 1.5 metros: 64 / 1.5 x 1.5 = 28.44. Este dato indica el IMC de la persona (28.44) se encuentra en los valores correspondientes a sobrepeso.