Llevar una dieta saludable es la mejor forma de evitar complicaciones de salud y afectaciones por cuenta de enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión y hasta cáncer. Incluir frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras es una de las principales recomendaciones de los especialistas.
En la dieta tampoco deberían faltar productos como las legumbres, pues son alimentos con un importante aporte proteínico y bajos en grasas y otras sustancias que afectan la salud.
El portal Cuerpo Mente asegura que estos productos tienen uno de los perfiles nutricionales más equilibrados, pues son fuente tanto de carbohidratos de absorción lenta (los más recomendables), como de proteínas y fibra.
Adicionalmente, son una importante fuente de micronutrientes como minerales y vitaminas del grupo B, así como en polifenoles antioxidantes. De igual forma, estos productos tienen un importante contenido de almidón resistente y fibras solubles que alimentan a las bacterias intestinales que son buenas para el organismo.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en general las legumbres tienen un bajo índice glucémico y son alimentos que no contienen gluten en su estado natural. Además, poseen un valor agregado y es que se pueden almacenar durante mucho tiempo, además de ser económicas y permitir diversas preparaciones.
Garbanzo para controlar la glucosa
Una de las diversas opciones de legumbres son los garbanzos, los cuales, además de ser una fuente importante de proteínas vegetal, destacan por ser ricos en carbohidratos de absorción lenta, que producen una asimilación gradual de la glucosa. Esto evita el desequilibrio de los niveles de azúcar y genera una energía constante.
En este sentido el portal Tua Saúde indica que otro de los beneficios para regular el azúcar es que aporta fibras y proteínas, que ayudan a mantener la glucemia controlada. Al respecto una publicación de la revista Mejor con Salud, escrita por Okairy Zuñiga, indica que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el consumo de garbanzos y otras leguminosas, para reducir los riesgos de enfermedades asociadas a la alimentación, como diabetes mellitus tipo 2 y obesidad. “Al respecto, se señala que los diabéticos que consumen dietas altas en fibra muestran menores niveles de glucosa en sangre”, precisa.
Otros beneficios
Gracias a su riqueza en fibra, la ingesta regular de garbanzos ayuda a reducir la absorción de colesterol en el intestino, ya que es rico en antioxidantes, saponinas y fibras solubles, evitando el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares como infartos y otras afecciones.
A esto se suma que las únicas grasas que tienen los garbanzos son los ácidos grasos omega-3, grasas poliinsaturadas beneficiosas que el cuerpo necesita para proteger el corazón y ayudar a reducir cualquier inflamación que se pueda presentar en el organismo.
Estas legumbres también son una buena fuente de calcio, un mineral con muchas funciones importantes en el organismo, pues es clave para el fortalecimiento de los huesos y para prevenir y evitar afecciones como la osteoporosis.
Dados estos beneficios son clave para incluir en la dieta de las mujeres en edad pre o postmenopáusica, pues son buenos para prevenir debilidad en la estructura ósea. Una persona adulta debe consumir 1.000 miligramos (mg) de calcio al día.
Por ser rico en proteínas y aportar una buena porción de aminoácidos esenciales para el organismo, los garbanzos también son buenos para aumentar la masa muscular y fortalecen el sistema inmune gracias a que aportan vitaminas E y A, además de ser rico en zinc, siendo estos nutrientes esenciales para aumentar las defensas del organismo.
Finalmente, por su riqueza en fibra ayuda en el proceso digestivo y el sistema intestinal. La ingesta de garbanzos reduce la inflamación abdominal, permite mantener tus evacuaciones regulares, reduce la distensión abdominal y el estreñimiento y contribuye para que cuerpo absorba todos los nutrientes de la comida.