Por lo general, cuando un paciente presenta niveles de glucosa (azúcar) elevado en la sangre es porque ha sido diagnosticado con una afección a la que se le conoce como diabetes, la cual está catalogada como una enfermedad crónica por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las personas diagnosticadas con esta enfermedad deben tener cuidado especial con lo que consumen a diario y si fueron individuos sedentarios en el pasado deben empezar a hacer actividad física con frecuencia, ya que esto reduce los niveles de azúcar en la sangre de manera natural. Cabe mencionar que los ejercicios deben estar en sintonía con las condiciones físicas del paciente y su edad.

Según explicó la entidad internacional mencionada anteriormente, cuando los niveles de esta sustancia en la sangre no se controlan, pueden ocasionar ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores.

Recomendaciones para bajar los niveles de azúcar en la sangre

El portal de salud, belleza y cuidado personal Cuerpo y Mente menciona algunas alternativas naturales que reducen los niveles de glucosa en la sangre. Es importante mencionar que este tipo de consejos no reemplazan las recomendaciones médicas, ni la medicación; a su vez, seguir este tipo de sugerencias por sí solas no erradicará la enfermedad.

Un paseo después de la comida

La recomendación es hacer una caminata que dure 20 minutos y que se lleve a cabo después de haber ingerido las tres comidas principales del día (desayuno, almuerzo y comida). Esta es una alternativa natural y sana para reducir los niveles de glucosa en la sangre y para prevenir la diabetes tipo 2 en pacientes pre diabéticos.

Caminar a diario después de cada comida también es una opción adecuada para las mujeres en gestación, esta actividad se lleva a cabo con el fin de prevenir que sus niveles de azúcar se eleven ocasionando diabetes gestacional.

"La diabetes es una causa importante de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores", explica la OMS. | Foto: Getty Images

Entrenar las piernas

El grupo muscular más grande del cuerpo son las piernas, por ende consumen cantidades relevantes de azúcar en forma de glucógeno que se quema únicamente cuando la persona realiza actividad física con frecuencia.

Aparte de caminar, se puede llevar a cabo un entrenamiento específico en el que se fortalezcan las piernas. Para cumplir con este objetivo se pueden hacer sentadillas con regularidad para agotar las reservas de azúcar localizadas en esta zona del cuerpo. Otro ejercicio óptimo para las piernas es subir escaleras y dejar aún lado el ascensor.

La fibra y el vinagre regulan el azúcar en la sangre

La recomendación es ingerir a diario como mínimo 40 gramos de fibra.

El vinagre también es empleado con frecuencia para reducir de manera natural los niveles de azúcar en la sangre. Para ello se puede agregar de 1 a 2 cucharaditas de vinagre en las comidas principales. “Una ensalada con vinagre y aceite y una comida principal con abundantes verduras, cereal integral y lentejas evitan que el nivel de azúcar en la sangre se dispare y luego vuelva a caer”.

Limitar el consumo de azúcares de rápida absorción

  • Productos elaborados con harina blanca
  • Barritas energéticas (suelen contener azúcares y grasas añadidas)
  • Café con leche azucarado
  • Gaseosas, jugos industrializados y bebidas energéticas (las versiones light tampoco son recomendables por la presencia de edulcorantes artificiales).
La diabetes es catalogada como un enfermedad crónica por la OMS. | Foto: Getty Images

Ingerir suficiente cantidad de agua

La bebida ideal para acompañar las comidas es el agua. Un adulto promedio debe ingerir de seis a ocho vasos de agua al día, lo que equivale a dos litros de este líquido incoloro. “Los niveles de azúcar en la sangre también se benefician de una ingesta suficiente de líquidos”.

Las personas que ingieren al día la suficiente cantidad de agua tiene menos riesgo de desarrollar diabetes, ya que la hidratación facilita el trabajo de los riñones y de las células. Por otra parte, beber poca cantidad de este líquido agrava las consecuencias iniciales de una diabetes que está iniciando.