Laura Pinilla no entendía por qué su hijo, Andrés Felipe, de 2 años, no lograba hablar como los demás niños de su edad. Ante esa preocupación hizo lo que muchos papás hacen hoy en día para resolver cualquier inquietud sobre sus bebés: buscar en Google. Pero luego de hacerlo quedó más preocupada de lo que estaba. “Encontré que ese síntoma podía estar asociado con autismo, síndrome de Down o retraso mental leve. Eso me obligó a llevarlo a donde varios pediatras y finalmente a un neurólogo para que me sacara de la duda, porque entré en pánico”. A Andrés Felipe le diagnosticaron retraso simple del lenguaje, un trastorno que solo padece el 7 por ciento de los niños pero no es tan grave. Sin embargo, la experiencia dejó traumada a Laura que sufrió “una crisis de ansiedad por cuenta de doctor Google”.Casos como el de Laura son cada vez más frecuentes. Se estima que una de cada 20 búsquedas en Google tiene que ver con temas relacionados con salud. Varios estudios científicos han demostrado que cerca del 90 por ciento de las personas entre los 25 y 50 años con acceso a internet recurren a este buscador para averiguar cualquier síntoma antes de consultar al médico. Esta cifra aumenta a casi el 95 por ciento en el caso de pacientes oncológicos, pues hay cerca de 700 millones de páginas web relacionadas con la palabra cáncer. Incluso quienes padecen alguna enfermedad crónica poco frecuente suelen consultar más en internet y se informan tanto, que da la impresión de que saben más que el mismo médico. De hecho, más de la mitad de las personas que consultan sobre temas de salud admite que esos datos impactan sus decisiones.Sin embargo, no siempre la información es acertada y esto puede tener graves consecuencias. Uno de los mayores riesgos es que los pacientes deciden automedicarse según lo que interpretan o lo que otros usuarios comentan en páginas o foros. “El problema es que en la red se encuentra un mar de información que en algunos casos puede ser correcta pero en otros no. Por lo general los pacientes confunden síntomas similares”, afirma Satnam Singh Chhabra, neurocirujano y coautor de un estudio sobre el tema. Una investigación del departamento de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Hong Kong, publicado en la revista Journal of Consumer Research, reveló que las personas que usan internet para autodiagnosticarse casi siempre interpretan mal sus síntomas. Una mala interpretación puede venir acompañada de ataques de ansiedad que empeoran la situación. Así le sucedió a Marcela Roa, de 45 años, que tuvo ataques de insomnio muy fuertes ante el miedo que le generó leer en internet que un síntoma que padecía podía estar asociado con cáncer de mama en mujeres de su edad. “Yo soy hipocondriaca y me afecté con esa información. Pedí una cita con el ginecólogo para salir de la duda y él me dijo que estuviera tranquila y dejara de leer tantas cosas sin consultar a un médico”, cuenta Roa. Este fenómeno hizo que en 2013 se acuñara el término ‘cibercondría’, una condición que equivale a la hipocondría en personas que consultan por internet temas de salud. Según Thomas Fergus, de la Universidad Baylor en Waco, Texas, esta situación puede llegar a ser una obsesión enfermiza y provocar en el paciente un deseo irrefrenable de“buscar en Google, ir a donde varios médicos y someterse a exámenes médicos innecesarios”.Lo anterior no solo representa una dificultad en la relación entre médico y paciente. Un trabajo acerca del impacto de la información online hecho por Susanne Christmann, del London School of Economics, reveló que esta tendencia ha empoderado mucho a los pacientes pero al mismo tiempo los ha vuelto más desconfiados. “Uno ve en el consultorio personas que llegan con una cantidad de ideas en la cabeza sobre lo que tienen o lo que deben o no deben tomar. Pero lo peor de todo es que algunos ponen en duda el manejo profesional que uno puede brindarles”, dijo a SEMANA Silvia Mora, médica especialista en medicina familiar y coordinadora de Telemedicina del Hospital de San José, en Bogotá.Mora acepta que hay ventajas en explorar temas de salud en internet. “Ellos pueden apropiarse más de sus procesos, lo que no ocurría en el pasado”, dice. Un estudio reciente publicado en la revista Journal of Information Systems and Technology Management reveló que el 57 por ciento de los médicos considera que internet puede ser una influencia positiva para los pacientes, mientras que alrededor del 43 por ciento cree lo contrario.Pero todos coinciden en que el gran problema es encontrar información de calidad, avalada científicamente, en medio de los contenidos engañosos que abundan en la red. “Es importante aprender a filtrar la información, analizar el contexto y la procedencia de esos datos”, agrega Mora. Por eso recomienda ingresar solo a páginas, foros o blogs donde médicos titulados sirvan de interlocutores. Los foros de pacientes son un arma de doble filo pues por un lado se convierten en un punto de encuentro y apoyo, pero por el otro generan angustias porque sus miembros suministran información sin bases científicas. En estos sitios es mucho más común que un paciente se encuentre con información pesimista o exagerada.Es esencial que en este proceso los médicos guíen a sus pacientes para que consulten en páginas avaladas por organismos internacionales de salud. Además de esto hay que tener en cuenta que cada individuo es un mundo en sí mismo y en internet casi siempre están descritos los casos promedio de una enfermedad, con cifras generales que en muchas ocasiones no tienen en cuenta el contexto ni detalles que son esenciales para diagnosticar o tratar cualquier padecimiento. Por eso “confíe siempre más en su médico que en Google”, concluye Fergus.Guía para el ciberpacienteEstos sitios web ofrecen garantías y permiten consultar con información de expertos.1. MedlinePlusEs la web oficial de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Es uno de los primeros sitios que aparecen en Google al buscar sobre un tema de salud. La gran ventaja es que tiene versión en español. No solo aparece información detallada sobre las enfermedades sino de los medicamentos y suplementos, así como contenido multimedia.2. FamilyDoctorEsta página ofrece información de alta calidad y la clasifica por secciones. Hay temas de interés para hombres, mujeres, niños y adultos mayores. Además, incluye un directorio de enfermedades específicas que permite aprender sobre los síntomas y características de cada una, así como los posibles tratamientos.3. Cancer.govEs el sitio web oficial del Instituto Nacional de Cáncer en Estados Unidos. Hay información actualizada acerca de las investigaciones más recientes en la prevención y opciones de tratamiento. El sitio también aborda el impacto emocional del cáncer en el paciente y su familia.4 . HealthfinderEsta página web hace énfasis en la medicina preventiva y la vida sana. Los pacientes pueden incluir información sobre su estado físico y estilo de vida, y luego recibir asesoría personalizada sobre cómo mejorar su situación.