Un equipo de especialistas de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) reveló nuevos hallazgos sobre la zona denominada por los expertos como la Anomalía del Atlántico Sur, ubicada desde la parte más austral de América Latina –incluyendo a Chile, Argentina y Brasil– hasta el extremo sur de África. El equipo calificó los descubrimientos como “grandes dolores de cabeza”, pues se identificó una evolución en el campo magnético de la Tierra que puede causar daños en los satélites.
La radiación que se registra en esa zona es más intensa que en cualquier otro lugar de la superficie terrestre, pues los rayos cósmicos solares no son retenidos de la misma manera que en otros lugares, lo que genera que los satélites que transitan por ese lugar sufran una mayor radiación. Por esta razón, la cultura popular bautizó la zona como “el triangulo de las Bermudas del espacio”, aunque la zona ni tiene forma de triángulo ni queda sobre las islas Bermudas.
“El campo magnético de la Tierra actúa como un escudo protector alrededor del planeta, repeliendo y atrapando las partículas cargadas del Sol. Pero sobre América del Sur y el océano Atlántico sur, un punto inusualmente débil en el campo llamado Anomalía del Atlántico Sur, permite que estas partículas se sumerjan más cerca de la superficie de lo normal”, explicó la NASA a través de un comunicado en su sitio web.
Esa radiación inusual puede dañar las computadoras a bordo de los satélites e interferir en la recopilación de datos que llevan a cabo estos aparatos, razón por la cual los expertos han manifestado que la zona es de gran interés para avanzar en más estudios que permitan identificar la magnitud de los problemas que puede causar ese fenómeno.
Los especialistas aseguraron que están monitoreando los cambios en la fuerza del campo magnético de ese lugar, no solo por el hecho de los daños que pueda causar sobre los satélites, sino por los efectos que pueda tener sobre la atmósfera de la Tierra, aunque coincidieron en que hasta el momento los cambios identificados no generan impactos visibles en la vida diaria del planeta.
¿Qué está pasando en esa zona?
Las observaciones y los pronósticos identificados recientemente por los expertos de la NASA apuntan a que la región en la que está ubicada la Anomalía del Atlántico Sur se está expandiendo hacia el oeste y continúa debilitándose en intensidad.
También se identificó que la zona se está dividiendo, pues los datos muestran que “el valle de la anomalía, o región de intensidad de campo mínima, se ha dividido en dos lóbulos, creando desafíos adicionales para las misiones satelitales”, según explicó la agencia espacial estadounidense en su comunicado.
El organismo señaló que una gran cantidad de científicos especialistas en investigación geomagnética, geofísica y heliofísica observan y modelan la Anomalía del Atlántico Sur con el objetivo de monitorear y predecir cambios futuros. Esa labor, además, permitirá ayudar a prepararse para futuros desafíos en cuanto a la labor que llevan a cabo los satélites y en la seguridad de los viajes de seres humanos hacia el espacio.
Cabe resaltar que a inicios de febrero del presente año se conoció que un grupo de astronautas que se encuentran en la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) manifestaron que sus computadoras colapsaron en esa zona específica que se le conoce coloquialmente como el “triángulo de las Bermudas del espacio”, aunque la anomalía no tiene nada que ver con esa otra zona popular por los misterios tejidos a su alrededor.
Los expertos aseguran que cuando los satélites pasan por este lugar son bombardeados por una radiación más intensa que en cualquier otro lugar de la órbita del planeta.
En este punto, debido a la reducción del campo magnético, los rayos cósmicos solares no se retienen de la misma forma que en otras partes del planeta y los rayos solares se acercan a 124 millas de la superficie, mucho más que en otros puntos.